Alimentación España , Valladolid, Martes, 25 de noviembre de 2008 a las 14:55

Investigadores de la Universidad de Valladolid tratan de optimizar el tratamiento de fangos en plantas depuradoras

A través de un proyecto CENIT que lidera la empresa Aguas de Barcelona y en el que participan una veintena de grupos

YG/DICYT Investigadores del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Valladolid participan en un proyecto CENIT (Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica) denominado Sostaqua y liderado por la empresa Aguas de Barcelona, que tiene como objetivo el desarrollo de propuestas tecnológicas para lograr un ciclo urbano del agua autosostenible. Su trabajo se centra en el desarrollo de procesos de tratamiento de fangos procedentes de plantas depuradoras de agua para optimizar la producción de biogas, minimizar los residuos finales y mejorar el proceso en sí. 

 

Por un lado, ha explicado a DiCYT una de las investigadoras del proyecto, María Fernández-Polanco, se están estudiando nuevos procesos de pretratamiento de los lodos antes de que éstos pasen al digestor anaerobio (un proceso biológico para degradar los residuos en ausencia de oxígeno). Gracias a esta etapa previa de hidrólisis térmica (a una temperatura de 170 grados y de 7 a 8 bares de presión), se logra que las células de los fangos se descompongan y de esta forma, la posterior degradación en el reactor anaerobio sea “más rápida que sin este proceso previo”.

 

Los ensayos que se han realizado han sido satisfactorios y, tal y como ha precisado la investigadora, se ha logrado “reducir el tiempo que luego tienen que permanecer los lodos en el digestor, así como mejorar el residuo final, ya que al haberlo sometido a altas temperaturas destruimos ciertos microorganismos”. Otro de los logros ha sido que gracias a esta etapa de pretratamiento se ha conseguido incrementar la producción de biogás (metano) procedente de la descomposición del fango y que posteriormente se usa para el funcionamiento de la propia planta.

 

Variar las condiciones

 

Una segunda parte del proyecto consiste en variar condiciones de trabajo en el digestor anaerobio, como es el caso de la temperatura, que habitualmente es de unos 35 grados, incrementándola hasta 55, o que el reactor trabaje en lugar de con una, con dos etapas, ha precisado Fernández Polanco. La participación de este grupo de investigación en el proyecto se completa con una tercera línea en la que se tratarán de combinar los nuevos procesos de pretratamiento propuestos con las nuevas condiciones del digestor y ver si así se logra optimizar el proceso.

 

Dentro de este mismo proyecto, los científicos están además estudiando la posibilidad de tratar las grasas presentes en las aguas residuales para lograr producir gas metano mediante un proceso de co-digestión anaerobia. De esta forma, se lograría, por un lado, sacar rendimiento a estos residuos, que habitualmente son llevados a vertederos cuando se separan en las plantas depuradoras, y por otro, eliminar la mayor parte de la grasa ha explicado el investigador Pedro García Encina, director del Departamento.

 

Para llevar a cabo estos estudios, los investigadores utilizan reactores de digestión anaerobia de unos 200 litros de capacidad ubicados en los laboratorios de la Faculta de Ciencias aunque su objetivo a corto plazo es poder instalar una planta de pretratamiento de fangos que opere en las mismas condiciones que una depuradora real.