Alimentación España , Madrid, Miércoles, 09 de junio de 2010 a las 18:54

Investigadores del CSIC descubren el posible mecanismo responsable de la toxicidad neuronal del litio

El litio se emplea con gran eficacia en el tratamiento de enfermedades como el trastorno bipolar

CSIC/DICYT Desde hace unos 60 años, el litio se ha empleado con gran efectividad en el tratamiento de determinadas enfermedades depresivas, y especialmente en pacientes con trastorno bipolar. No obstante, su uso ha sido cuestionado debido a que son frecuentes algunos efectos neurológicos adversos. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red para Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned) ha descubierto el posible mecanismo que provoca la toxicidad neuronal de esta sustancia, que puede causar en algunos casos temblor de manos. El trabajo, que adelanta en su versión online la revista The Journal of Clinical Investigation, aporta las claves para contrarrestar estos efectos.


Aunque no se sabe a ciencia cierta cuáles son las proteínas celulares con las que interacciona el litio, sí se conoce que actúa inhibiendo una proteína denominada glucógeno sintasa kinasa‐3 (GSK‐3). En un trabajo previo, los investigadores del CSIC observaron que ratones transgénicos con actividad GSK‐3 disminuida tenían alterada la coordinación motora. “Esto nos hizo sospechar que estos efectos podían ser debidos a la inhibición de esta proteína”, aseguran José Javier Lucas y Raquel Gómez‐Sintes, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid.


Los científicos administraron litio a los ratones para reproducir los efectos neurológicos adversos más comunes durante la terapia en humanos y confirmaron que causaba una disminución de la actividad GSK‐3 cerebral y alteraciones en la coordinación motora. Observaron también un aumento en el número de neuronas con el factor de transcripción NFATc3/4 en el núcleo y un incremento de la producción de la proteína señalizadora FasL. “La señalización por NFAT y FasL juega un papel clave en la toxicidad inducida por el litio”, explican los científicos.
 

El hallazgo abre la vía a elaborar nuevas terapias combinadas que contrarresten la toxicidad debida a una intoxicación por litio y que faciliten el ajuste de la dosis a cada paciente. Los investigadores destacan que, gracias a esas terapias combinadas, el litio y otros inhibidores de GSK‐3 podrían ser eficaces en otras enfermedades neurológicas como el alzhéimer y la esclerosis lateral amiotrófica.