Alimentación España , León, Miércoles, 16 de junio de 2010 a las 18:24

Investigadores en piscicultura hallan un suplemento de la dieta de cangrejo señal que mejora su cría

Científicos de la Universidad de León incorporan artemia viva a la alimentación del astácido y consiguen mayores ratios de supervivencia

Antonio Martín/DICYT El cangrejo señal ha sido la especie elegida para combatir la presencia en nuestros ríos del cangrejo rojo, especie muy agresiva que ha ido desplazando de sus nichos al cangrejo autóctono, tercero en discordia. En siete provincias de la comunidad autónoma, la Junta de Castilla y León abrió el pasado 12 de junio la veda de esta especie, tanto de acceso libre como acotado, lo que da escala de su expansión. Sin embargo, la cría intensiva controlada aún no está muy desarrollada. Las astacifactorías (piscifactorías de cangrejos) tienen problemas de mortalidad en los primeros meses de vida de los juveniles. Un grupo de investigadores de la Universidad de León trabaja en el desarrollo de una dieta específica para el cangrejo señal que permita mejores rendimientos en condiciones controladas.

 

El grupo de investigación en piscicultura, que pertenece al Departamento de Producción Animal, trabaja tanto en la línea de reproducción como de crecimiento (o engorde) de esta especie (Pacifastacus leniusculus). En los últimos 25 años, siete tesis doctorales han abordado diferentes facetas de la producción en astacifactorías de cangrejo señal. "Hemos abordado casi todo sobre su reproducción y sistema de engorde", apunta a DiCYT José Carral, coordinador de estos trabajos. En la próxima tesis que se defenderá en julio en este campo, la de Rocío González, se ha analizado cómo, a través de la dieta, se puede mejorar la supervivencia en las primeras etapas de vida de este astácido.

 

Los trabajos de investigación han logrado mejores ratios de supervivencia gracias a la suplementación en la dieta de artemia viva. La artemia es un crustáceo empleado como alimento en especies acuáticas, pero que resulta muy caro para la cría intensiva. Un experimento llevado a cabo durante 100 días, publicado recientemente en Aquaculture International, muestra que bajo condiciones controladas la suplementación de la dieta del juvenil del cangrejo señal con artemia consigue densidades de población adecuadas para alcanzar objetivos productivos. Tradicionalmente, la alimentación del cangrejo señal en piscifactorías se ha basado en patata cocida, maíz o trigo. "No se ha formulado una dieta específica y éste es nuestro objetivo", apunta Carral. El grupo de investigación trabaja ahora en los sustitutos de la artemia, ya que debido a su elevado precio no es muy útil para el industrial.

 

Reproducción

 

En torno a la reproducción del cangrejo señal, el grupo de investigadores han descrito claves como el desarrollo embrionario, han definido refugios, densidades y ratios de machos y hembras fundamentales para la cría intensiva controlada. Entre los avances obtenidos está que, a través del control de la temperatura del agua, se puede influir sobre la época del año en la que eclosionan los huevos, consiguiendo así reducir la temporalidad del consumo del cangrejo de río.

 

Los científicos también han desarrollado sistemas de incubación artificial que permite el desarrollo de los huevos fuera de las madres. Hay que tener en cuenta, que los huevos permanecen durante seis meses en la cola de la progenitora, desde su puesta, en torno a octubre en el ciclo natural. Su eclosión se produce entre mayo y julio. En estos momentos, los investigadores son capaces de mantener los huevos fuera del agua, en una nevera, y después ser incubados, siguiendo el mismo sistema de transporte y almacenamiento que en salmónidos.

 

Cangrejo de río ibérico

 

El trabajo en torno a los astácidos (una de las dos familias de los cangrejos de río) comenzó en la Universidad de León en 1983, "cuando se planteó conocer mejor la especie autóctona". Entonces, el cangrejo de río ibérico (la subespecie Austropotamobius pallipes lusitanicus) empeza a ser afectado por la afanomicosis, una enfermedad transmitida por un hongo (Aphanomyces astaci) al que el invasor cangrejo rojo o americano (Procambarus clarkii) es parcialmente resistente. "León fue uno de los últimos lugares de la Península Ibérica en verse afectado", recuerda Carral.

 

La Universidad de León realizó entonces un trabajo de campo para saber si aún quedaban reductos de cangrejo de río autóctono en los grandes ríos. Actualmente, la especie, en estado vulnerable, permanece en aguas frías de las cabeceras de ríos y arroyos de Castilla y León, La Rioja y el País Vasco, fundamentalmente. Paralelamente al desarrollo de técnicas para garantizar la supervivencia del cangrejo autóctono, los investigadores comenzaron el trabajo de investigación con el cangrejo señal. Entonces, en torno al año 1985, la creencia generalizada era que el hongo que causaba la enfermedad que acababa con los cangrejos autóctonos permanecían durante generaciones en las aguas dulces, por lo que pensó en la repoblación de los ríos con el cangrejo señal, menos agresivo que el cangrejo rojo. Ahora se sabe que las esporas del hongo desaparecen a las pocas semanas si no hay cangrejos a los que infectar.

 

Investigación trasladable al cangrejo de río autóctono
El trabajo de investigación sobre el cangrejo señal tiene, además de la faceta comercial para la producción a través de cría intensiva del animal, otra vertiente más ecológica. Cangrejo de río ibérico y cangrejo señal comparten familia (los astácidos), mientras que el cangrejo rojo o americano pertenece a otra (los cambáridos). "Una distancia taxonómica como la de un perro y un gato", recalca José Carral. Por lo tanto, los conocimientos que se generen sobre la cría en condiciones controladas del cangrejo señal deberían ser útiles también para el autóctono. Con lo que se sabe en torno al cangrejo señal, "en aguas sin afanomicosis, se podría trabajar con fines de repoblación o incluso engorde del cangrejo autóctono", subraya el experto. Carral lamenta, sin embargo, "la falta de financiación por parte de las Administraciones" a la hora de enfocar este tipo de estudios. "Se siguen produciendo en astacifactorías con métodos de hace sesenta años", indica. El autor, sin embargo, advierte que la recuperación de los nichos del cangrejo autóctono es "una absoluta quimera actualmente", debido a la expansión del cangrejo rojo y del hongo al que es resistente, por lo que sólo son posibles "los planes de conservación". La investigación en torno al cangrejo señal ha estado financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de su Plan de I+D+i.