Salud España , Valladolid, Viernes, 03 de marzo de 2006 a las 18:39

Investigadores vallisoletanos trabajan en la creación de herramientas informáticas para mejorar la evaluación de la regeneración del miocardio

El estudio forma parte de un proyecto que analiza el uso de células madre para conseguir regeneración de esta parte del corazón

Marta Dompablo/DICYT Investigadores de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid participan en un proyecto sobre la regeneración del miocardio (parte musculosa del corazón que suele verse afectada en infartos y dolencias coronarias) que intenta conseguir una información “que pueda resultar de más interés”, que la que ofrece la resonancia magnética cardiaca (imagen del corazón) convencional, según ha explicado a DICYT el profesor del centro, Carlos Alberola.

El Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor) será el receptor de estos avances, ya que esta investigación forma parte de un proyecto, liderado por el doctor Francisco Fernández Avilés, que analiza el uso de células madre para conseguir regeneración miocárdica, para lo que coordina grupos con componentes “médico, clínico, bioquímico y biológico”.

La investigación de los ingenieros de Telecomunicación, que está sufragada con el Fondo de Investigación Sanitaria (FIS), cuenta con dos fases: la primera, que está prácticamente terminada, intenta crear herramientas informáticas que permitan objetivar los procesos que se llevan a cabo en el tratamiento de regeneración miocárdica, mientrasd que la segunda les que permitirá “conseguir aplicar en Valladolid técnicas alternativas a la resonancia habitual”.

El profesor del Departamento de la Señal y Telecomunicaciones e Ingeniería Telemática de la Escuela de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid, Carlos Alberola dirige este proyecto en el que participan el profesor, Pablo Casaseca, como investigador adscrito, junto con el becario Lucilio Cordero.

Proceso manual

Alberola explica que, actualmente, tanto antes como después de que el paciente se someta a un tratamiento de regeneración del miocardio, los médicos tienen que medir unos datos que se obtienen de la resonancia magnética cardiaca a través de un proceso manual. Se trata de un proceso lento que consiste en delinear a mano los contornos del endocardio y epicardio (dos partes del corazón), para poder después realizar comparaciones en los avances del enfermo. Así, esta marcación se utiliza para calcular los datos de este tratamiento a través de una aplicación informática que ya existe.

A este respecto, el investigador vallisoletano indica que este proceso realizado por los cardiólogos arroja distintas “marcaciones” en las imágenes de la zona afectada, en función del profesional que la realiza, puesto que se trata de un proceso manual y con cierto componente de subjetividad (la marcación se realiza en función del sombreado de la imagen). El médico debe marcar alrededor de 60 cortes virtuales del corazón, con la variabilidad de resultados que esto puede originar. Asimismo, la señalización de estas marcaciones conlleva una gran cantidad de tiempo.

Por ello, la investigación, que cuenta con un presupuesto total de 75.000 euros, busca la manera de encontrar esos contornos de una forma “lo más cercana a la realidad y lo más rápido posible”, destaca Alberola, al tiempo que incidió en que en el estudio para perfeccionar los procesos de la regeneración miocárdica “no hay consenso en la comunidad científica sobre qué técnica es la que resuelva este problema”, explica, ya que “es complicado que el ordenador reconozca esas imágenes”.

Para realizar la investigación, utilizan unas herramientas informáticas propias, desarrolladas a partir de un conjunto de programas de la Universidad de Boston que permite “básicamente visualizar y marcar un poquito las imágenes” para conseguir efectuar el “procesado automático”.

Por ello, el “primer objetivo es hacer un entorno en el que, con una serie de algoritmos basados en el procesado semiautomático de las imágenes, consigamos encontrar esos contornos lo más cercana posible a la realidad y de la forma más rápida posible”, resumió Alberola. Una cuestión, que, a su juicio “es complicada, porque todo lo que sea lograr que un ordenador consiga imágenes es un problema”, aseveró. 

Los gestores del proyecto ya han conseguido los primeros algoritmos (conjuntos de operaciones ordenadas) que permiten encontrar las marcaciones de forma semiautomática, ya que se necesita de una marcación inicial, y a partir de ahí el sistema busca la solución que considera correcta, pero cuentan con el problema de que el sistema no funciona en todos los casos, por lo que lo están perfeccionando.

 

Alternativas a la resonancia habitual
La segunda fase del proyecto que busca incorporar a la Clínica de Diagnóstico Recoletas de Valladolid técnicas alternativas a la resonancia habitual como la obtención de “velocidades” en las resonancias magnéticas. Un proceso que está muy avanzado en otros países como Suecia, donde viajó el investigador adscrito al proyecto Pablo Caraseca, ya que allí “son punteros” en resonancia cardiaca.

En este caso “los datos no son tanto anatómicos sino un poquito más funcionales, lo que permite caracterizar esta regeneración miocárdica en base al esfuerzo que está haciendo el miocardio en cada uno de sus puntos”, especifica Alberola.

Por su parte, Casaseca destaca que en Linköping, la quinta ciudad más grande de Suecia, desde finales de los 90 empezaron a desarrollar técnicas y dispositivos mecánicos que aplican a las máquinas para intentar conocer las velocidades, ya que “en resonancia cardiaca es interesante averiguar con qué velocidad se mueve el miocardio para saber como se deforma o con qué velocidad entra y sale la sangre del corazón”.

Esta percepción automática de la velocidad del corazón la comparó con “una fotografía dinámica, como por ejemplo ver a través de una cañería como el agua sale y entra con diferentes velocidades”.