Salud España , Salamanca, Martes, 29 de marzo de 2011 a las 17:33

Investigan la efectividad de las medidas preventivas frente a infecciones nosocomiales

El Hospital Universitario de Salamanca pone en marcha un estudio sobre las infecciones que puede contraer el paciente una vez hospitalizado

JPA/DICYT El Hospital Universitario de Salamanca mantiene una línea de investigación acerca de las infecciones nosocomiales, es decir, las que el paciente contrae una vez que está dentro del recinto médico. En concreto, el de Medicina Preventiva y Salud Pública ha puesto en marcha un estudio para determinar la eficacia de ciertas medidas que ya están establecidas, pero que se reforzarán con una campaña interna para que sean más conocidas.

 

La incidencia de las infecciones nosocomiales está dentro de los parámetros normales y es incluso menor en el Hospital Universitario de Salamanca que en centros similares, pero el objetivo de los responsables es disminuir al mínimo los casos y para ello se pondrá en marcha este proyecto, según ha explicado a DiCYT la jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública de este centro, Carmen Sáenz, que también es catedrática del Departamento homónimo en la Universidad de Salamanca.

 

"Seguimos a todos los pacientes con el fin de detectar inmediatamente cualquier problema, de manera que podamos tomar medidas de prevención y que no se propague la infección", afirma la especialista. En este sentido, "estamos bien en relación a otros hospitales y esto nos permite conocer mejor qué microorganismos están implicados en las infecciones, cuál es su sensibilidad y su resistencia", añade.


Un paciente, que por definición ya llega debilitado a un centro hospitalario, puede contraer una infección debido a las prácticas de asistencia sanitaria a las que se tiene que someter por su enfermedad, pruebas diagnósticas, operaciones o radiografías que pueden afectar a los organismos inmunodeprimidos, aunque no lo hagan a una persona sana, según explica la experta.

 

Los científicos han identificado cuatro tipos de infecciones que representan el 80% de las que se producen en un reciento hospitalario. La infección quirúrgica depende de la duración de una operación, de la gravedad del paciente, del tipo de cirugía. Las bacteriemias se definen por la presencia de bacterias en la sangre y suelen desembocar en otros cuadros clínicos. Las neumonías están provocadas por microorganismos de la flora hospitalaria, que es más resistente de lo habitual. Finalmente, las urinarias pueden estar provocadas por el contacto con sondas, por ejemplo, en pacientes que ya tienen una enfermedad de base.


Para investigarlas más a fondo y reducir su incidencia, el Hospital Universitario piensa reforzar las medidas de eficacia probada, una serie de normas para evitar los cuatro tipos de infecciones anteriores. "Vamos a llevar a cabo un programa de refuerzo y valoraremos los resultados antes y después a través de una serie de indicadores para ver de qué manera es útil difundir medidas", señala la responsable . Esta difusión se realizará a través de una campaña dirigida a todas las personas del espacio hospitalario, pero especialmente a los profesionales sanitarios a través de trípticos. Algunas de las normas son sencillas, como implementar medidas de higiene entre diferentes acciones, pero no tan fáciles de cumplir como podría parecer dado el ritmo de trabajo diario de los profesionales.

 

"La cadena epidemiológica tiene la fuerza que tiene el eslabón más débil", explica Sáenz, de manera que es importante que todo el mundo sepa qué tiene que hacer para evitar infecciones.