Alimentación Colombia , Bolívar, Martes, 05 de julio de 2011 a las 11:20

La bahía de Cartagena está contaminada con mercurio

Así lo indica la evaluación mundial sobre mercurio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente

UN/DICYT En una evaluación mundial sobre mercurio presentada en el 2010, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente señaló que Colombia es uno de los países que más contaminan con este metal, con un promedio de entre 50 y 100 toneladas anuales empleadas durante el proceso de extracción aurífera.

 

Cantidades alarmantes, ¿verdad? Pero, ¿a dónde va a parar este "noble" elemento de la naturaleza –como se le conoce en la tabla periódica– cuyo descontrolado uso aumenta al ritmo del precio que el mercado internacional le pone al oro?

 

Por lo menos una gran parte a la bahía de Cartagena, aunque la respuesta es más amplia e involucra a varios ríos y suelos del país. Y para ser más específicos, gramos de este tóxico están concentrados en los músculos del siete cueros, el ronco rayado y la cojinoa, tres especies de peces que hacen parte del desayuno, el almuerzo y la cena de los pescadores de este lado del Caribe colombiano.

 

Es una prueba de que hay contaminación por mercurio en la bahía de Cartagena. Así lo establece un estudio realizado por la bióloga de la Universidad Nacional de Colombia Pilar Cogua Romero, quien recorrió cinco estaciones de este ecosistema marino y colectó más de 150 peces pertenecientes a 13 familias de 26 especies para determinar el grado de concentración del metal en su organismo. El siete cueros, pez pequeño de frecuente consumo entre los pobladores, supera los niveles permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

"La vida que se desarrolla en estos ecosistemas, así como la salud humana, se están afectando", le dijo a Matices: Historias detrás de la investigación la docente de la UN en Palmira, quien con pocos recursos y mucha astucia estableció estas anormalidades; se embarcó en los viajes a altamar que hacía el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), trabajó en laboratorios improvisados y, pese a las ampollas que provocaban en sus manos, aprendió a usar los cuchillos de plástico para abrirles el abdomen a los ejemplares y analizar sus tejidos.

 

¡Pero toda esta historia con el único metal líquido que existe a temperatura ambiente en la naturaleza comenzó 30 años atrás!