Ciencia España Salamanca, Salamanca, Jueves, 22 de enero de 2004 a las 13:54

La base militar de Matacán invertirá un millón de euros en mejoras tecnológicas

Incorpora nuevos sistemas de simulación de vuelo para los pilotos y controladores aéreos en formación

AVPR/DICYT La base aérea militar de Matacán invertirá en los próximos meses cerca de un millón de euros en la actualización de los simuladores que la Academia del Ejército del Aire destina a la formación de controladores aéreos, mientras que ya ha comenzado la remodelación de los equipos de simulación de vuelo en los que, por el momento, se han invertido unos 120.000 euros, según ha informado a DICYT el coronel Maestre, jefe de la base aérea.

 

Estas inversiones se enmarcan en un proceso de mejora general de la base, en el que también se contempla actuaciones como el cableado de la misma con fibra óptica, la adquisición de un simulador de tiro terrestre adaptado al edificio y la actualización del banco de pruebas de motores.

 

En el caso del simulador destinado a la formación de controladores aéreos, las pantallas de plasma  sustituirán a los viejos tubos catódicos, que comenzaron a funcionar en 1991 y únicamente permiten a los alumnos seguir el desplazamiento de los aviones en los monitores  como si se tratase de puntos de rádar. Ello supondrá un ahorro importante de espacio, además de evitar la radiación de los monitores tradicionales. Por su parte, los controladores de torre, que siguen visualmente las maniobras que realizan los pilotos durante el aterrizaje o el despegue, dispondrán de una animación que reproducirá las maniobras de los aviones en un proyector.

 

A los mandos de un C-101

 

La renovación de los equipos de simulación introduce mejoras más importantes. Para el adiestramiento de los nuevos pilotos, Matacán cuenta con el simulador E-25, que reproduce el interior de la cabina de un reactor C-101 como las de los 24 aparatos de los que dispone la base aérea. Con la tecnología actual los pilotos se sientan en la cabina y, una vez que se cierra la cúpula, sólamente cuenta con la luz artificial para realizar las prácticas. El vuelo se realiza en las mismas condiciones que experimenta el piloto cuando maniobra de noche o en un banco de nubes. Durante la práctica, y con los datos que le muestra el panel de control de la cabina (altitud, posición, etc) el alumno realiza las maniobras reglamentarias, lo que se llama vuelo instrumental y de procedimiento. Un instructor controla sus movimientos y trayectoria en un ordenador anexo, y puede generar fallos que deberán ser detectados y corregidos por el piloto en prácticas. "Las modificaciones previstas para este simulador incluyen dotarlo de pantallas que reproduzcan escenarios de la pista de aterrizaje y despegue de esta base aérea o de otra, con lo que la simulación de los vuelos dejará de ser meramente instrumental", asegura el comandante Maestre. Con las nuevas tecnologías aumentarán las posibilidades de aprendizaje para los futuros pilotos, quienes durante su formación deben acreditar 10 horas al mes en este tipo de simulador.

 

El E-25 cuenta con dos técnicos encargados de su mantenimiento, quienes reciben soporte de la empresa Indra, la cual se hará cargo de las mejoras previstas.