Tecnología Argentina , Buenos Aires, Mi茅rcoles, 10 de junio de 2015 a las 18:05

La CIAA: una puerta de entrada para el uso de tecnolog铆a electr贸nica en Argentina

Investigadores argentinos desarrollaron una plataforma dise帽ada para aplicaciones industriales de uso libre y gratuito

CONICET/DICYT Cuando se piensa en una ordenador se imagina un notebook, un PC de escritorio o estructuras similares, pero en realidad hay muchas más ocultas que se usan todo el día, desde el ascensor la lavadora. Sin embargo, al pensar cuántas de estas se diseñan, fabrican o programan en Argentina, la respuesta es que cada vez menos. Al advertir esta dificultad un grupo de profesionales de todo el país y de diferentes disciplinas, desde ingenieros, diseñadores, empresarios, programadores hasta incluso estudiantes, trabajan en el desarrollo de una computadora que sea útil a las empresas nacionales. Así surgió el proyecto de la Computadora Industrial Abierta Argentina (CIAA).

 

Ariel Lutenberg, investigador asistente del Conicet en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y coordinador general de la iniciativa destaca, “el objetivo es promover la industria nacional, incorporar valor agregado, sustituir importaciones y generar riqueza y empleo. Buscar una solución que le sirva a todos”.

 

La CIAA es una plataforma electrónica de hardware libre. Además, no sólo el software está disponible sino que está pensado para que funcione con cualquier hardware. La documentación técnica y códigos fuentes de la Computadora se encuentran disponibles en forma libre y gratuita en su página web y puede ser utilizada sin restricciones para el desarrollo de productos y servicios, con o sin ánimo de lucro.

 

“Es la primera vez que se hace una computadora abierta industrial en el mundo. A diferencia de otros proyectos abiertos que suelen depender de alguna compañía que provee el chip, no contamos con la relación directa de ninguna empresa multinacional, no quedamos atados a sus productos. La novedad a nivel mundial es que está diseñada desde un comienzo para ser certificada bajo estándares internacionales de alta exigencia. Por las capacidades que tiene podría utilizarse en lugares donde es difícil acceder como en perforaciones petroleras, o en aquellos donde si falla genera un perjuicio importante, como en los trenes”, subraya el investigador.

 

El diseño de la computadora está a cargo de investigadores de 11 universidades nacionales, 15 empresas privadas, la Asociación Civil para la Investigación, Promoción y Desarrollo de Sistemas Electrónicos Embebidos (ACSE) y la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel).

 

En este sentido, Lutenberg destaca el valor del trabajo colaborativo a partir del cual lograron desarrollar la computadora mediante la articulación del sector público y privado. “Lo más significativo y novedoso del proyecto es la forma en la que se hace, que va mucho más allá de la plaqueta; la excede por su carácter comunitario. Nadie cobra, pero si estimamos las horas-hombre de la gente que participó calculamos que su costo es de 10 millones de pesos”, agrega.

 

La plataforma está pensada para ser utilizada por el sector productivo especialmente donde se requiera el uso de sistemas electrónicos para automatizar procesos. Este sistema ya se está utilizando para aplicaciones en la industria agrícola, equipamiento médico, localización y georreferencia, dispositivos de seguridad y transporte ferroviario, entre otros.

 

“Damos un gran paquete de herramientas para que la empresa con un esfuerzo mínimo lo ajuste a sus necesidades técnicas. El principal usuario de esto es el que no usa ninguna tecnología, en segunda instancia el que usa importada y en tercera el que usa tecnología nacional pero obsoleta”, explica el ingeniero.

 

Otro de los puntos a destacar del proyecto es que cuenta con una versión educativa, por lo tanto más económica y sencilla. Fue creada con la meta de que a partir de 2015 pueda convertirse en una herramienta de enseñanza en todas las facultades de ingeniería del país.

 

“Tratamos de solucionar un problema estructural que tenemos en las facultades que combina dos aspectos. Uno es que estamos enseñando tecnologías obsoletas de la década de 1980, y el otro es que estudiantes y docentes están habituados al diseño de laboratorio, que funciona en una mesa y es vistoso pero no tiene nada que ver con las necesidades de funcionamiento de un producto o una línea de producción industrial. En general los estudiantes salen sin tener nociones de la certificación de un producto, si bien no les falta capacidad analítica o formación básica para hacerlo”, asegura Lutenberg.

 

La CIAA constituye un nuevo paradigma que combina las aplicaciones industriales, el uso abierto, libre y gratuito, la idea de trabajo colaborativo y el diseño adaptable a un bajo costo que repercute en una gran competitividad para las pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales. “Empezamos hace menos de un año con una hoja en blanco, con lo cual el proyecto tiene relativamente poco tiempo. Pero principalmente lo que nos importa es que en el país se use no sólo la plataforma en particular sino la electrónica en general. La CIAA es la puerta de entrada: apuntamos a que se utilice más tecnología electrónica en nuestro país”, concluye el investigador.