Salud España , León, Lunes, 23 de noviembre de 2009 a las 14:23

La Clínica San Francisco comienza una técnica para cáncer de próstata basada en el implante de semillas de yodo

Se denomina braquiterapia prostática y los estudios sitúan las posibilidades de cura a cinco años en un 90%

AMR/DICYT La Clínica de San Francisco de León ha comenzado a aplicar una técnica de cáncer de próstata basada en el implante de semillas de yodo en pacientes con estadíos de la enfermedad tempranos. La técnica, denominada braquiterapia prostática, permite hasta un 90% de posibilidades de cura, según estudios científicos. La unidad que pondrá en marcha este tipo de tratamiento, la primera en la provincia de León y la segunda en la comunidad autónoma, estima que asistirá a unos 30 pacientes en el primer año.

 

Según explicó a DiCYT el radioncólogo Justo García Ugidos, responsable de la Unidad de Braquiterapia Prostática, esta técnica "presenta ventajas respecto a los tratamientos convencionales basados en la cirugía o la radioterapia, relativas a mayores posibilidades de recuperación y supervivencia; calidad de vida al reducir los efectos secundarios relativos a la impotencia o el sistema urinario; o en el tiempo de posoperatorio, que se reduce a 24 horas". El médico advierte que "no todos los pacientes pueden adaptarse" a esta técnica y estima que el primer año de funcionamiento, la unidad atenderá a entre 30 y 40 hombres.

 

La braquiterapia prostática consiste en la colocación de semillas de yodo 125 (una material radioactivo) en la próstata por medio de agujas lectoras y reconstrucción en tres dimensiones guiada por ordenador. La técnica requiere un ecógrafo de última generación, un ordenador y un programa para planimetría y de simetría desarrollado por la multinacional estadounidense Varian. "La principal ventaja respecto a otras técnicas es que se puede visionar la intervención en un equipo informático a tiempo real", relata el doctor.

 

En líneas generales, en la braquiterapia permite que las fuentes que emiten el medicamento (esto es, la radiación) se sitúe en el interior del tumor de la zona a tratar. Las radiaciones que curan un cáncer habitualmente vienen desde afuera y tienen que atravesar tejidos para llegar al sitio que han de tratar. En cambio, de esta forma no se irradian estos tejidos, por lo que se considera que es un tratamiento teledirigido. Al utilizarse yodo 125, se considera que la braquiterapia es de baja tasas de dosis, ya que al cabo de un tiempo, el material utilizado se va desgastando y deja de ser radioactivo. En el caso de usar otro material, el iridio 192, considerado de alta tasas de dosis, es necesario retirar la fuente emisora en una intervención posterior.

 

Diferentes estudios, según alegan los promotores de la iniciativa en León, apuntan a que esta técnica "permite hasta el 90% de posibilidades de cura a cinco años", y las posibilidades de supervivencia se elevan, transcurridos 15 años, "a un 90% en el caso de pacientes de bajo riesgo, y al 70% en pacientes de un perfil más complicado", explica García Ugidos. No todos los hombres con cáncer de próstata se pueden someter a este tratamiento. Los criterios médicos que restringen el acceso a esta técnica se centran en las condiciones generales del paciente (edad, estado de salud), flujo bajo y estadío de la enfermedad. Los mejores resultados se producen en pacientes con bajo o medio riesgo, esto es, en fases iniciales de la enfermedad.

 

Uno de los objetivos a largo plazo que tiene la Clínica San Francisco al realizar la implantación de esta unidad de Braquiterapia Prostática es realizar un estudio de seguimiento y comparación de los pacientes tratados con esta técnica oncológica respecto a otros que han sido sometido a tratamientos convencionales. El trabajo tendrá en cuenta que el tiempo de seguimiento de este tipo de dolencias es prolongado, de cinco años, y el número de pacientes sometidos a este nuevo tratamiento.

 

Cáncer de próstata

 

Según explica García Ugidos, "aún no hay factores claros definidos para determinar las causas del cáncer de próstata, a diferencia de otros tipos de tumores de los que sabemos cuáles pueden ser las causas, como el de pulmón o el de estómago". Si existen, sin embargo, actuaciones en Medicina preventiva, establecidas después del diagnóstico. La incidencia de la enfermedad ha ido en aumento en las sociedades occidentales en los últimos años debido al incremento de la esperanza de vida entre los varones, lo que propica un incremento de casos de cáncer de próstata.

 

García Ugidos, formado en esta técnica en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos) ha realizado alrededor de 1.100 intervenciones de este tipo en su carrera profesional, desarrollada en el British Hospital y en unidades de Braquiterapia Prostática de diferentes hospitales públicos de Lisboa. La técnica comenzó a utilizarse en Estados Unidos hace aproximadamente 20 años y se ofrece en diferentes comunidades autónomas (Cataluña, Galicia, Madrid, Valencia...) tanto en la sanidad pública como privada.