La Diputación inicia la segunda fase de recogida de pilas usadas en la provincia

BGA/DICYT La Diputación de Palencia ha comenzado esta semana a realizar la segunda recogida de pilas usadas en las localidades de la provincia, que se lleva a cabo una vez por semestre, y durante todos estos días personal de la empresa encargada recorrerá los 182 municipios en los que están ubicados los 380 contenedores, para después trasladar estos residuos a una planta de tratamiento ubicada en el País Vasco. Según los datos aportados por la institución provincial, en el año 2003 se recogieron 6.902 kilogramos, de los que 6.857 kilos eran pilas alcalinas y 45 kilos pilas botón.

La recogida selectiva de estos residuos comenzó a realizarse en Palencia en el año 1998, y desdeentonces se han conseguido recuperar en total más de 32.890 kilos de pilas alcalinas y 194 de tipo botón, por lo que la media anual se establece en torno a los 6.000 kilos de pilas alcalinas y 30 de botón. Las localidades que más activas en 2003 fueron Aguilar de Campóo (con 1.170 kilos de pilas recicladas), seguida de Guardo (551), Dueñas (489), Saldaña (435), Venta de Baños (358) y Villamuriel con 247 kilos.

Separación de los componentes

La empresa que se encarga de reciclar los residuos de pilas recogidos en Palencia es la vasca Recopilas, que también ofrece servicios a otras provincias castellanoleonesas como Salamanca, Burgos y Valladolid.

En el caso de Palencia sólo recibe pilas alcalinas y de botón, pero la empresa realiza en sus instalaciones el tratamiento de todo tipo de pilas, acumuladores y baterias, si bien en función del material a tratar se debe seguir un proceso distinto. Así, con las pilas y acumuladores el primer paso a realizar es la clasificación y separación de las pilas botón, las salinas y alcalinas, las pilas de litio y de niquel cadmio. Tanto las de lítio como las de niquel cadmio son las que se encuentran en aparatos como móviles, portálites y juguetes.

Después en cada uno de los casos se siguen diferentes procesos de reciclado: Las pilas salinas y alcalinas son tratadas en un proceso metalúrgico para recuperar el zinc, así como el resto de los metales.

Las pilas botón, por su parte, se someten a un proceso especial de destilación controlada que permite recuperar el mercurio y devolverlo al circuito económico. Las carcasas metálicas, libres ya de mercurio, se envían a procesos metalúrgicos para la recuperación de los metales valiosos contenidos como pueden ser el acero o la plata.

Los acumuladores, tanto si son de niquel-cadmio como si son de litio o de litio-ion, son tratados en proceso metalúrgico para la recuperación del niquel, cadmio y cobalto contenidos, al tiempo que se dejan inertes el resto de los metales que puedan contener, como el manganeso u otros. Este proceso permite eliminar la posible toxicidad que puedan tener, por lo que desaparece el riesgo potencial de contaminación. Después, los materiales como el manganeso son aprovechados para otras funciones como servir de relleno en carreteras.

Tubos fluorescentes y baterias de coches

Recopilas también recibe otro tipo de contaminantes tóxicos, aunque en este caso, no son ellos quienes realizan el proceso sino que lo derivan a entidades acreditadas en su tratamiento. Este otro tipo de reciclaje afecta a los tubos fluorescentes y a las baterias de plomo ácido (las que llevan los vehículos habitualmente). En el caso de los tubos fluorescentes, el proceso se inicia con la recuperación de materias primas como el vidrio, los metales de los casquillos así como del mercurio, mediante un proceso de destilación del polvo y gas contenidos en el interior. Las baterías de plomo ácido requieren la recuperación del plomo y el plástico contenido y la neutralización los electrolitos para evitar que contaminen.