Tecnología España , Valladolid, Martes, 15 de febrero de 2005 a las 22:48

La empresa de viajeros por carretera La Regional implanta en 15 de sus vehículos un alcoholímetro para los conductores

Si el chófer da positivo en el test, el motor del autobús no arrancará

Beatriz G. Amandi/DICYT La empresa vallisoletana de autobuses La Regional participa desde el pasado mes de diciembre en un proyecto piloto europeo que pretende promover la seguridad en el transporte y divulgar los efectos negativos del alcohol cuando se conduce. Para ello ha implantado en 15 de sus autobuses un instrumento conocido como Alcolock, que impide que el conductor pueda arrancar el vehículo si da positivo en el test de alcoholemia.

En el proyecto colaboran también la Diputacióny la Universidad de Valladolid, que financian una parte del mismo. En el proyecto también participan otros cuatro países europeos, aunque con una modalidad diferente de experiencia piloto. Así, en Alemania se ha implantado el Alcolock en transporte de mercancías peligrosas, en Bélgica en personas dependientes del alcohol, y en Holanda y Noruega este último también con empresas de transporte de viajeros.

El dispositivo permanecerá en los autobuses durante un período de un año que servirá para darlo a conocer a los usuarios y también para conocer la percepción que de este tipo de medidas tienen tanto los profesionales como los usuarios.

Según ha explicado a DICYT el catedrático en Farmacología del Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Universidad de Valladolid Javier Álvarez, se trata de un dispositivo de uso habitual, con unas características muy similares a los que emplea la Guardia Civil en sus controles, que tiene una alta sensibilidad. Tal y como describe el profesor Álvarez, el ingenio es capaz de analizar los diferentes compuestos que se detectan en el aire espirado, discriminando y midiendo el grado de alcohol que puede existir. De este modo, el aire expirado puede tener en su composición dióxido y monóxido de carbono, aerosoles y también etanol, que es el gas que se pretende medir para detectar el alcohol etílico.

 

Discrimina sustancias

En este sentido Javier Álvarez apunta a que la medición no se vería afectada por cualquier otro componente que pudiera tener el aliento del conductor, como puede ser el derivado de un inhalador de asma o cualquier otro medicamento que pudiera interferir en la medición.

El Alcolock está compuesto de una boquilla, el aparato medidor y un cable que lo une a la llave que pone en marcha el motor. Cuando el aparato medidor detecta etanol, automáticamente se pone en marcha un dispositivo que impide que la llave pueda arrancar el vehículo.

Álvarez indicó que el aparato lleva adosada una memoria capaz de aglutinar y almacenar todos los datos, de modo que queda registrado tanto las veces que el conductor sopla, como los resultados que obtiene en cada uno de los test y las posibles incidencias que sucedan. Los datos que se obtengan de estas memorias serán analizados por la universidad para elaborar las conclusiones del proyecto.

 

Un coste elevado 

Un aparato como el Alcolock tiene en la actualidad un precio aproximado de entre 2.000 y 2.500 euros, pero debido a que se trata de un proyecto piloto únicamente se está pagando por el alquiler de cada unidad entre un euro y dos diarios.

Los aparatos implantados en los autobuses vallisoletanos son de tecnología canadiense y, según se ha señalado durante la presentación del proyecto, podrían ser parecidos a los que se están planteando implantar las empresas de automóviles, que están desarrollando sus propios modelos para incluirlos de serie en los vehículos en un futuro no muy lejano. En este caso, el coste de los dispositivos para un conductor particular no superaría los 200 euros.

El proyecto estará en activo durante un período de un año y los autobuses dotados con el Alcolock lo comunicarán a los viajeros mediante trípticos informativos.