Alimentación España , Palencia, Miércoles, 16 de junio de 2004 a las 17:50

La Escuela de Agrarias de Palencia diseña un secadero automatizado de plantas

El objetivo es investigar en materia de producción y conservación de plantas medicinales y aromáticas

Beatriz G. Amandi/DICYT La Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia comienza esta semana con las primeras pruebas de un secadero experimental, diseñado en colaboración con la Universidad Federal de Viçosa, en Brasil, que tiene como finalidad aunar los amplios conocimientos que se tienen en Brasil del secado de algunos tipos de plantas con la aportación palentina en la automatización de procesos agrícolas. Si la investigación tiene éxito, la instalación se construirá en Brasil, y podría aplicarse en la producción de plantas medicinales y aromáticas.

 

Según ha señalado a DICYT el catedrático del Departamento de Ingeniería Agrícola y Forestal Luis Manuel Navas, se trata de un proyecto de cooperación internacional, que se ha visto beneficiado también por la concesión de una beca europea Alban al catedrático brasileño Evandro de Castro, con quien han comenzado a llevar a cabo los preparativos para el secadero. 

La instalación en la que se trabaja es un secadero experimental que servirá para que una alumna brasileña pueda trabajar para conocer las condiciones exactas en las que se deben secar los diferentes productos, y conseguir las condiciones más optimas de conservación.

En principio, está previsto que se realicen diferentes pruebas en dos tipos distintos de plantas. Por un lado, semillas de pino (piñones) como especie representativa del grano; y, por otro lado, alguna planta medicinal o aromática aún por determinar.

En ambos casos, las condiciones que deben mantener en el secadero varían de manera notable, y deben valorarse las diferentes variables de humedad, calor y velocidad del aire, con la finalidad de mantener en cada uno de los casos las cualidades que hacen interesante el almacenamiento de la especie.

Evandro de Castro, especialista en plantas aromáticas y medicinales, afirma que lo más importante es la conservación de alguno de sus principios activos, ya sea su aceite esencial, su aroma o cualquier otro. Por ello, en función de su destino es necesario cambiar o modificar el modo en que se produce el secado. Con el grano, sin embargo, lo que se pretende conservar son sus propiedades alimenticias, por lo que se almacena de otro modo.

El profesor de Castro procede de la universidad agrícola más importante de Brasil, donde se trabaja en un grupo de almacenamiento y secado de productos agrícolas, y la beca Alban que le han concedido está especialmente centrada en el secado de plantas aromáticas y medicinales. Además, como resultado de las investigaciones, se diseñará un secadero industrial para ser comercializado en Brasil, según señaló a DICYT el profesor de Castro.

En el caso de Castilla y León, según resaltó el profesor Luis Manuel Navas, este tipo de plantas también puede representar un nuevo nicho de mercado puesto que se trata de “un mercado que es incipiente, pero en alza, y con grandes perspectivas de futuro y posibilidades para la agricultura y sector industrial”.

Los primeros experimentos de secado los va a llevar a cabo con las plantas aportadas por el departamento de Botánica de la facultad, aunque ya han comenzado las conversaciones con diferentes entidades y empresas de Soria y Extremadura con la idea de establecer algún tipo de cooperación estable.

Una patente compartida con Brasil

El proceso que seguirá el proyecto incluye, en primer lugar, el análisis de cada uno de los productos para conocer las condiciones adecuadas para su secado y, en segundo lugar, la elaboración de un secadero que disponga de sistemas de control automatizados, y que permitan la correcta obtención del producto final. Este secadero ya perfeccionado será patentado por ambas universidades para que pueda ser desarrollado de manera industrial.

Según señaló Luis Manuel Navas, habrá tres grupos de tecnologías diferentes que permitirán un desarrollo de soluciones para cada uno de los casos.

Así, habrá un primer nivel que será de controladores autónomos que, a su vez, son controlados por el usuario y que tienen poca capacidad de interacción tanto con el proceso como con el usuario, por lo que estarán más adaptados a pequeñas instalaciones.

En segundo lugar, habrá unos controladores de mayor capacidad de procesamiento y comunicación con el usuario, de manera que se puede controlar al programa y el productor recibe información de las variables manejadas. También podrá modificar las consignas indicadas en el primer momento, y elegir diferentes estrategias de control del secadero. 

El tercero y último un controlador más avanzado y capaz de realizar un análisis inteligente basado en los datos de que dispone el computador, que han sido implementados de los conocimientos aportados por los expertos en secado brasileños. En este caso, el propio controlador decidiría las acciones más adecuadas en cada momento, pero para ello necesita un sistema más informatizado, adecuado para explotaciones de gran nivel.

En todos los casos, las variables más importantes que habrán de tenerse en cuenta son la máxima temperatura, humedad relativa y velocidad del aire.


 

Una de las dos únicas becas Alban de Valladolid
La beca obtenida por el profesor Evandro de Castro es una de las dos que han sido otorgadas a la Universidad de Valladolid dentro de un programa de especialización que se lleva a cabo por vez primera en la Unión Europea.
En total se han otorgado 250 becas en toda el territorio europeo, y en todos los casos los beneficiarios son profesores o profesionales de América Latina cuya finalidad es la especialización en un tema concreto que es de gran interés en el ámbito científico y tecnológico.
Se trata de becas muy competitivas a las que se han presentado más de 2,000 candidatos en su primera edición y que tienen una duración de seis meses.