Ciencia España Cebreros, Ávila, Lunes, 24 de mayo de 2004 a las 19:37

La Estación Espacial de Cebreros inicia su cuenta atrás

La Agencia Espacial Europea trabaja en la construcción de la antena que seguirá a la Venus Express en octubre 2006

Ana Victoria Pérez/DICYT Desde hace unas semanas, la Agencia Espacial Europea (AEE) ha tomado el relevo a los técnicos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en los trabajos de adecuación y construcción de la antena de telecomunicaciones de 35 metros desde la que, a partir de octubre de 2006, se hará el seguimiento de la próxima gran misión espacial europea: la Venus Express. La AEE ha elegido Cerebros para ubicar la estación de seguimiento por las escasas posibilidades de tener interferencias de móviles de tercera generación (UMTS) en la zona.

 

Por el momento ya están muy avanzados los trabajos de construcción de la base que albergará la antena, y ya han comenzado a montarse tres de las costillas sobre las que se asentará la enorme parábola. El objetivo, tal y como ha confirmado a DICYT Valeriano Claros, director de la estación de la Agencia Espacial Europea en Villfranca del Castillo (Madrid), "es poder empezar a mover la parábola en marzo de 2006, para que en octubre de ese mismo año se pueda realizar el seguimiento de la sonda espacial Venus Express".

La mayor parte de la estructura que soportará la antena ya está construida y, si no han existido contratiempos de última hora, una enorme pieza de 50 toneladas viaja ya por carretera desde el puerto de Bilbao a la localidad abulense. El resultado, en el momento en el que todas las piezas se unan, será muy similar al que ya puede verse en la ciudad australiana de Perth, donde existe una instalación casi idéntica. Se trata de un dispositivo de 35 metros de parábola que es capaz de recibir y enviar señales mediante un sistema de alta eficacia. Tal y como advierte Valeriano Claros, "la mayor novedad de este sistema es que la antena carece de guías de ondas en su interior, por lo que las microondas se transmiten de un lado a otro a través de espejos dicroicos".

 

Discriminar las ondas

El sistema que incorpora la antena se compone de una serie de espejos (generalmente cinco) capaces de discriminar las ondas que reciben en función de su frecuencia, y de redirigirlas hasta la sala de control de la antena que se sitúa en el pedestal de la misma. El sistema ya se ha probado con éxito en la estación de Perth, ya que desde allí se coordinaron los movimientos de la sonda Mars Express, una de las últimas misiones de la AEE.

Otros trabajos pendientes pasan por adecuar el sistema eléctrico, que hasta el momento funcionaba con una potencia de 60 hertzios, y por crear una planta eléctrica autónoma, manteniendo, según ha informado a DICYT Valeriano Claros, "los tres edificios de granito que el INTA había construido en su día". Todo para que en octubre de este año se haya montado la parábola, para que en marzo de 2006 sea posible moverla, y en octubre de ese año sea una de las encargadas de hacer el seguimiento de la sonda Venus Express.

En esta labor trabajarán también la antena de 15 metros de diámetro ubicada en el los centros de Villanueva de la Cañada y la de 12 metros que la propia AEE posee en Robledo de Chavela (ambas en la provincia de Madrid). La instalación de Cebreros dará trabajo a  cinco técnicos, que se trasladarán cuando lo determine la agencia desde la estación de Villanueva hasta la de Cebreros.

Libre de móviles de tercera generación

Según Valeriano Claros, existe un motivo poderoso por el que la Agencia Espacial Europea haya elegido Cebreros como ubicación para su nueva antena. "La frecuencia que utilizamos para comunicarnos con las sondas espaciales emite en un frecuencia muy similar a la que utilizan los móviles de tercera generación, por lo que hemos buscado un área con escasa población, en la que sea complejo encontrar este tipo de tecnología y evitar así las posibles interferencias". Según explica el propio Valeriano, "es complejo que se produzcan interferencias, ya que las antenas de la ESA emiten a diez grados por debajo de la línea del horizonte, aunque si se produjesen dichas interferencias se debería principalmente a un reflejo de las ondas en la atmósfera".

 

Mirando al Espacio desde hace 40 años
Previamente al desembarco de la AEE, el personal del INTA terminó la mayor parte de las labores de adecuación de las instalaciones existentes en el lugar donde estará la nueva estación. Los terrenos, expropiados en los años 60 a la finca El Quejigal, albergaban hasta el momento una antena y unas instalaciones que el INTA puso a disposición de la NASA para realizar el seguimiento y la comunicación con sus naves. Uno de los trabajos más conocidos fue el que permitió el seguimiento, por ejemplo, de la misión Giotto, encargada de espiar a una distancia de poco más de 500 metros los movimientos del cometa Halley en 1986. Tal y como advierte Moisés Fernández, director del departamento de Programas Espaciales del INTA "hace dos años que las instalaciones han dejado de funcionar y los equipamientos han quedado obsoletos, por eso cuando el INTA llegó a un acuerdo con la Agencia Espacial Europea el pasado 22 de julio la labor que han desempeñado los técnicos del INTA se ha centrado en asesorar al personal de la Agencia Espacial Europea y en acondicionar los edificios".