Salud España , Salamanca, Jueves, 13 de enero de 2005 a las 11:51

La Fundación Samuel Solórzano financia un estudio sobre el papel de determinadas proteínas en la leucemia mieloide aguda

La bióloga palentina María José Caloca, del Centro de Investigación del Cáncer, recibirá el apoyo del grupo de hematología del Hospital Clínico

Ana Victoria Pérez/DICYT La joven investigadora palentina María José Caloca ha recibido una ayuda de 7.200 euros por parte de la Fundación Samuel Solórzano para estudiar el papel que desempeña una determinada familia de proteínas en el desarrollo de algunos tumores. María José Caloca disfruta en estos momentos de un contrato Ramón y Cajal que le permite trabajar en el equipo de Xoxé Bustelo, en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. Según ha señalado a DICYT la propia investigadora, "esta ayuda es un gran incentivo para una investigadora joven como yo, aunque también lo es el apoyo que recibo del grupo de hematología del Hospital Clínico, sin el que no sería posible sacar la investigación adelante".

Precisamente el equipo del Hospital Clínico, que dirigen los doctores San Miguel y Hernández Rivas, ha recabado algunos datos acerca de la importancia que tienen las quimerinas, una familia de proteínas sobre las que Caloca va a realizar su investigación. "Los doctores del Clínico han comprobado que, en algunos pacientes con leucemia aguda mieloblástica, uno de los alelos del gen que codifica las quimerinas se había perdido. El estudio que yo voy a realizar pretende comprobar que la carencia del alelo en dicho gen es una característica común a la mayor parte de los pacientes con leucemia aguda mieloblástica, para indagar, posteriormente, si este daño genético tiene alguna implicación en la enfermedad", explica María José Caloca.

Las quimerinas son una familia de proteínas cuya misión consiste, a su vez, en regular la actividad de otras proteínas conocidas como gtpasas-rho. María José Caloca explica, "Las gtpasas-rho son muy importantes, ya que están implicadas en la mayor parte de los procesos celulares, como la formación del citoesqueleto o la muerte celular. Aunque sabemos que la función real de las quimerinas consiste en inhibir la actividad de las gtpasas-rho, desconocemos los mecanismos que se ponen en marcha para dar lugar a estos resultados".

Células bajo control

A pesar de que los investigadores no han desentrañado aun el funcionamiento real de las quimerinas, sí han observado que en determinados gliomas (un tipo de tumores cerebrales), la expresión de dichas proteínas está por debajo de lo límites habituales. "Realmente mi intención es certificar si las quimerinas están dañadas de manera habitual en los casos de leucemia aguda mieloblástica. También habrá que comprobar si, habitualmente, ese daño consiste en que el gen que las codifica carece de un alelo, y si el alelo restante funciona correctamente. Una vez hechas estas comprobaciones, el objetivo será determinar como afectan los daños genéticos a la expresión de las quimerinas, y en el caso de que dicha expresión sea defectuosa, si ello influye en las proteínas gtpasas-rho".

Una cadena de comprobaciones que ayudará al resto de científicos a conocer, cada vez con mayor profundidad, el funcionamiento de las células, así como los desencadenantes de la formación de tumores. Para María José Caloca, "el objetivo último de esta investigación es saber si las quimerinas funcionan como supresores de tumores en los casos de leucemia aguda mieloblástica, aunque para llegar a esos resultados el camino es largo y complejo".


 

Objetivo: crear un grupo de investigación
Los resultados de esta investigación tienen una doble importancia para esta bióloga palentina, ya que este proyecto puede ser el primer paso para crear una línea de investigación propia. "Si al finalizar el trabajo descubro que las quimerinas pueden actuar como supresores de tumores, el siguiente paso será solicitar nueva financiación para continuar investigando". Un reto al que María José se enfrenta tras cuatro años de trabajo al lado de Xoxé Bustelo en el Centro de Investigación del Cáncer, y con los conocimientos adquiridos sobre las quimerinas durante sus investigaciones de postdoctorado en la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos).