Alimentación España , Palencia, Jueves, 07 de junio de 2007 a las 12:53

La identificación del ADN de chopos permite mayor eficiencia en el cultivo

El Laboratorio de Diagnóstico Genético de la Universidad de Valladolid realiza los análisis

Carlos Martín Lobera/DICYT La doctora Elena Hidalgo, del Servicio Técnico Repetitivo del campus universitario de La Yutera en Palencia, es la encargada de la gestión de una actividad que pretende servir de puente entre los desarrollos científicos obtenidos en la universidad y sus posibles aplicaciones industriales o comerciales, a través de un servicio cuyos objetivos son la identificación y caracterización genética de distintos organismos de interés agrario, alimentario y forestal.

 

Este servicio, que se puso en marcha hace dos años, trabaja en estos momentos en un proyecto de identificación clonal de chopos basado en microsatélites. Esta idea parte de que, tradicionalmente, la identificación de especies se realizaba en base a sus características morfológicas, sin embargo, este sistema puede resultar erróneo y generar problemas posteriores en la eficiencia del cultivo. Por ello, con el desarrollo de las técnicas moleculares se han propuesto nuevas fórmulas de identificación genética, basadas en marcadores moleculares de ADN, como es el caso de los microsatélites, que según explica la investigadora, “pueden actuar como auténticos patrones genéticos o códigos de barras”, que se conviertan también en herramientas fiables para su trazabilidad.


“De entre los distintos marcadores moleculares basados en la técnica de la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), los SSRs o microsatélites, son los que han resultado más eficaces para la identificación de plantas leñosas, ya que son abundantes, consistentes y abordables económicamente”, apunta Hidalgo, y señala que son los marcadores más frecuentemente utilizados en el Servicio Técnico.


Estas técnicas de PCR están basadas en la identificación mediante la obtención de un gran número de copias de los fragmentos de ADN que permitan conocer sus características concretas. Para aplicar esta técnica de identificación genética primeramente se ha de extraer el ADN, preferiblemente de hojas sanas o estaquillas, posteriormente, el ADN extraído debe ser diluido y sometido a una fase de amplificación mediante PCR. Por último, se realizará el análisis mediante electroforesis (cargas eléctricas), el cuál permite la separación de moléculas de diferentes tamaños y cargas.

 

Microsatélites


En este momento del proceso, es en el que entran en juego los microsatélites: “los microsatélites son secuencias cortas de ADN (entre 2 y 4 nucleótidos) repetidas en tándem un número de veces variable, y localizadas siempre en la misma región del genoma (se trata, por consiguiente, de regiones homólogas)”, destaca la experta. “Al amplificar mediante PCR esas regiones variables en tamaño, se obtienen una o dos bandas de amplificación para cada individuo, según se trate de material homocigótico (los dos alelos son iguales), o heterocigótico (los dos alelos son distintos)”, continua explicando. En este sentido, una combinación de suficientes marcadores, permite establecer un patrón genético único para cada clon, diferenciándolo de cualquier otro “y ésto con el grado de precisión que se requiera”, concluye Elena Hidalgo.


La principal limitación del sistema, según destaca la profesora de la Universidad de Valladolid, ha sido la identificación de elementos del genoma que respondan a estas características, aunque en los últimos años, gracias a los avances obtenidos en el campo de la Genómica, este problema se ha ido solucionando. Según explica Elena Hidalgo, “en nuestro laboratorio aplicamos de forma rutinaria dos microsatélites que, utilizados conjuntamente, permiten identificar claramente (de forma biunívoca) los distintos clones admitidos en el Catálogo Nacional de clones de chopo”.


El objetivo último de esta investigación pasa por conocer los clones para determinar cuáles son los más adecuados para cada clima y para cada suelo, de modo que se pueda optimizar el rendimiento de la plantación. Por otro lado, esta misma tecnología permitirá identificar otras especies e híbridos del género Populus útiles para objetivos no productivos, como por ejemplo, para fines paisajísticos, de restauración de riberas o también de conservación de recursos filogenéticos, según destaca la investigadora palentina.