Tecnología España , Valladolid, Viernes, 08 de octubre de 2004 a las 19:58

La Junta espera recoger 6.000 toneladas al año de aceites vegetales para su reciclaje en biocombustibles

El plan piloto se desarrollará durante cinco meses en las provincias de Valladolid, León y Ávila

Beatriz G. Amandi/DICYT La Junta de Castilla y León ha presentado hoy viernes un programa piloto de recogida de aceites vegetales usados, que serán destinados a la producción de biocombustibles. A través de dicho proceso la Junta espera reciclar al menos 6.000 toneladas de aceite vegetal al año, para lo que se ha puesto en marcha la iniciativa en León, Valladolid, Ávila, Medina del Campo, Tordesillas, Arévalo y otros cuatro municipios abulenses. Se calcula que Castilla y León produce 20 kilos por persona y año de aceites vegetales.

Este proyecto piloto se desarrollará en las provincias de Valladolid, León y Ávila, de un modo experimental, como parte de la iniciativa europea Local and Innovative Biodiesel, aprobada por la Comisión Europea a través del programa Altener, y en el que participan siete países de la Unión Europea bajo la tutela del Ente Regional de la Energía (EREN).

El proyecto piloto tendrá una duración de cinco meses, desde el presente mes de octubre hasta enero, y cuenta con un presupuesto de 126.000 euros, cofinanciados al 50% por la Unión Europea. Para la recogida contarán con unidades móviles de recepción de los aceites y también con puntos fijos en los que la población podrá depositar los residuos, además, también se llevará a cabo la recogida a través de las comunidades de vecinos y los colegios.

Las localidades que participarán son León, Valladolid, Medina de Campo, Tordesillas, Ávila, Arévalo, Piedalaves, Casillas, Navaluenga y Sotillo de la Adrada.

La iniciativa contará también con apoyo publicitario e información que se trasladará a los ciudadanos a través de publicidad en los medios de comunicación, charlas informativas y objetos promocionales.

Las expectativas que se plantean desde la Junta es que esta actividad tenga continuidad, de modo que las operaciones de recogida de aceites se vean complementadas por la puesta en marcha de una planta productora de biodiesel que se pretende ubicar en la provincia de Zamora. Esta medida también contribuiría a mejorar las expectativas de cara al cumplimiento de las cuotas de mercado de biocombustibles fijadas por la Unión Europea que establece que para 2005 un 2% de mercado copado por el biodiesel, y de un 5'75% para 2010.

 

Cómo se consigue el biodiesel
El proceso que permite la reutilización de aceites vegetales como combustible biodiesel conlleva el tratamiento del residuo con un alcohol, a partir del cuál se obtiene, por un lado, el biodiesel, y por otro glicerina, que es un compuesto que también permite su venta a la industria farmacéutica, proporcionando ingresos por otra vía.

La empresa que ha desarrollado la tecnología para la planta de Zamora es Cidaut, y según indicó a DICYT la ingeniera química Yolanda Briceño, el proceso comienza con el calentamiento del aceite mezclado con un alcohol, normalmente metanol hasta los 60 grados. Este proceso se realiza en presencia de un catalizador, de modo que este pueda filtrar el contenido cuando se produce la reacción deseada en los triglicéridos que componen el aceite.

Este proceso permite bajar la viscosidad del aceite, que hasta ese momento es demasiado viscoso, para emplearlo como combustible en los vehículos. El calentamiento permite romper las moléculas, según señala Yolanda Briceño, y se forma lo que se llama biodiesel. Este biodiesel, por lo general, no cumple las condiciones que se exigen para ser empleado en la combustión de vehículos, por lo que aún debe pasar otro proceso de purificación en el que se reduce su viscosidad aún más y se mejoran sus condiciones para cumplir la normativa europea EN 14214.

El reciclaje de los aceites vegetales permite reducir el consumo de gasoil, ya que se emplea mezclado en una proporción máxima del 15% en los motores diesel, reduciendo así los gases y, según Briceño, “permite cerrar el ciclo del dióxido de carbono, devolviendo a la atmósfera el que la oleaginosa ha absorbido en su crecimiento”.

La tecnología empleada se conoce como transesterificación, y permite intercambiar una parte de la molécula por otra parte más sencilla, de modo que permite obtener un biodiesel que se puede emplear y que cumple con las especificaciones de calidad.