Salud España , Salamanca, Jueves, 27 de junio de 2013 a las 20:13

“La mente es un estado funcional del sistema nervioso”

El neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás explica que la Psiquiatría y la Neurología estudian lo mismo y que varias patologías mentales son en realidad una única enfermedad localizada en distintos lugares del cerebro

José Pichel Andrés/DICYT El prestigioso neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás, director del Departamento de Fisiología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, ha ofrecido esta tarde una conferencia en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) de la Universidad de Salamanca. Tras recibir en la jornada de ayer en Madrid la Medalla Cajal, distinción que otorga el Instituto Cajal a científicos con contribuciones relevantes al conocimiento del sistema nervioso, Llinás ha reflexionado hoy sobre diversos aspectos del mundo de las Neurociencias en una entrevista concedida a DiCYT.

 

En el pasado, el investigador colombiano destacó por demostrar la importancia de las propiedades electrofisiológicas de las neuronas y por asociar la actividad cerebral a determinadas enfermedades a través de pruebas de magnetoencefalografía. En la actualidad, Rodolfo Llinás mantiene abiertas unas 20 líneas de investigación abiertas. Entre las cuestiones que ocupan su atención destaca, por ejemplo, la organización del sistema nervioso. Aunque ya se entiende desde el punto de vista celular, aún es un reto comprenderla “desde el punto de vista de la dinámica de circuitos”, afirma el experto, y es una cuestión importante porque tiene que ver con las funciones normales del sistema nervioso y también con sus patologías.

 

Para explicar esta cuestión, Llinás se pregunta qué cambia en el sistema nervioso cuando una persona está en estado de ebriedad o bajo los efectos de las drogas. Debido al consumo de ciertas sustancias, se llegan a registrar casos agudos de “daños cerebrales hasta el punto de generar párkinson en unos días o en una noche”, señala. Del mismo modo, el alcohol consumido en dosis excesivas y de forma continua llega a provocar alucinaciones y casos agudos de epilepsia. Por eso, los científicos se preguntan “qué ha pasado en esas situaciones, cómo ha evolucionado el sistema nervioso” y sobre todo qué relación tienen estos casos agudos con episodios crónicos similares.


En su opinión, hay enfermedades mentales, como la depresión o la esquizofrenia, que en apariencia son distintas pero que en realidad “son una sola enfermedad que ocurre en diferentes partes del cerebro”. “Eso ha sido muy difícil de entender porque la gente piensa que la Neurología y la Psiquiatría son diferentes pero en realidad no lo son. Se pensaba que una estudiaba el cuerpo y otra estudiaba la mente, pero eso no es verdad”, afirma. “El cerebro es único y evolucionó de una manera unificada, no hay pedazos de cerebro, sino un único órgano”, señala.

 

Gracias al mejor entendimiento de este tipo de cuestiones, Llinás se muestra optimista con respecto al futuro. “Una vez que uno empieza a entender mejor las enfermedades mentales comenzará a haber otros tipos de medicación y aspectos terapéuticos que no conocemos ahora”, comenta. La posibilidad de cambiar algunos estados funcionales eléctricamente, el desarrollo de nuevos fármacos o la simulación de las estructuras cerebrales son algunas de las claves. Asimismo, los diagnósticos también mejoran al ritmo que lo hace la tecnología.

 

En la actualidad, dos grandes proyectos internacionales tratan de revelar los secretos del cerebro: el americano The Brain Activity Map (BAM) y el europeo Human Brain Project (HBP). “Hay dos grandes intentos de estudiar la conectividad del sistema nervioso, son programas de billones de dólares que tienen que ver con la reconstrucción total de cerebros y suponen hacer un estudio cuantitativo a un nivel que nunca se ha hecho. Esto tiene posibilidades interesantes y también algunos problemas, como la variedad de conectividad posible, que puede ser muy grande”, asegura Llinás, que compara estos desafíos con el Proyecto Genoma Humano al calificarlos de “inmensos, casi industriales”.


El cerebro y el cuerpo


Estas grandes investigaciones ayudarán a entender en los próximos años aspectos fundamentales del cerebro, que para Rodolfo Llinás es el auténtico ser. “Cuando preguntamos a alguien quién es, la mayoría de la gente hace una descripción del cuerpo. Yo digo que no, usted es su cerebro y el cerebro asume que el ser tiene que ver con la presencia del cuerpo, así que somos una marioneta y el cerebro cree que es la marioneta. Nos miramos al espejo y pensamos que eso somos nosotros, pero lo que vemos es el cuerpo y la parte funcional está dentro de una caja de hueso donde no entra el sonido ni la luz”, sentencia. De hecho, “no existe luz, no existe sonido, son interpretaciones”.

 

Del mismo modo, considera que “la mente es un estado funcional del sistema nervioso, no es algo separable, son propiedades fisiológicas producidas por la activación simultánea de muchas neuronas”.


La película ‘Eureka’


Rodolfo Llinás es doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca y mantiene cierta relación con la capital salmantina, sobre todo a través de Sergio Miguel Tomé, que prepara un gran proyecto de divulgación científica: una película a medio camino entre el cine de ficción y el documental que estará basada en las aportaciones del investigador colombiano y que llevará por título ‘Eureka’.

 

Llinás también mantiene una estrecha relación con otros científicos españoles. En su opinión, “España tiene grandes neurocientíficos, pero el problema es que no hay suficiente dinero”. Y añade: “Ayer estuve en el Instituto Cajal, que está sufriendo por falta de fondos, y hablé con la Reina, que está interesada en ayudar a ese centro, pero éste es un ejemplo de muchos”.

 

La investigación en Latinoamérica


Por otra parte, “la investigación en Latinoamérica está bien, no se compara con la europea ni con Estados Unidos por razones económicas, no hay fondos, pero intelectualmente hay un intercambio enorme y una gran cantidad de latinoamericanos que se encuentran en cualquier parte del mundo”, asegura. En concreto, Llinás ha explicado que en un reciente viaje a Australia le explicaron que el número de colombianos en las universidades de este país ha aumentado exponencialmente.

 

“Los latinoamericanos se empiezan a mover más, pero sigue siendo un continente que no compite como debería dado su intelecto porque simplemente no hay una estructura gubernamental que pueda sostener la investigación al nivel que debería existir”.