La silueta del Cóndor sobrevolará de nuevo el norte de México
AVPR/OEI-AECID/DICYT 1937 fue el año en el que los ornitólogos mexicanos avistaron por última vez la silueta de un cóndor sobre las abruptas lomas de la Sierra de San Pedro Mártir. El paraje, un particular ecosistema con vegetación propia del bosque mediterráneo, se ubica en el Estado de Baja California y se ha convertido en el hábitat ideal, según los expertos del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE), desde el que preparar el regreso de este majestuoso gigante a los picachos del norte del país.
Desde el año 2002 los investigadores de la Comisión Nacional de Áreas Naturales protegidas de México, en colaboración con la Universidad Autónoma de Baja California, el Gobierno de este Estado y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, entre otros, desarrollan en la Reserva de la Bioesfera de la Sierra de San Pedro Mártir un proyecto de recuperación del Cóndor de California, que durante 2009 ha dado frutos prometedores.
Por segunda vez, y tras la introducción de seis ejemplares el 9 de octubre de 2002 procedentes de los zoológicos estadounidenses de Los Ángeles y San Diego, los investigadores responsables del programa de recuperación identificaron hace unos meses un huevo de Cóndor en un nido de águila abandonado. El resultado, un polluelo llamado "Inyaa"("Sol"en la lengua local KIliwa ) que desde su nacimiento a finales del mes de mayo concentra las atenciones y cuidados de biólogos y naturalistas, con el fin de evitar que corra la misma suerte que su predecesor.
Ya en 2007 una de las seis parejas reintroducidas en la zona consiguió sacar adelante un huevo que mantuvo en vilo a los expertos durante todo el periodo de incubación. Transcurrido un mes desde que el polluelo abandonó el cascarón, los responsables del programa le perdieron la pista. El pequeño desapareció del nido y desde entonces nunca se volvió a saber de él.
Es por ello que en esta ocasión los responsables del programa de conservación y los técnicos del Parque, se han propuesto vigilar todos los movimientos del recién llegado y sus progenitores, proporcionándole todo tipo de cuidados veterinarios, con el fin de asegurar que la cría alcance la edad adulta.
Tres metros de envergadura y hasta 10Kg de peso
El cóndor californiano es una de las aves voladoras más grandes del planeta. Un ejemplar adulto puede llegar a medir entre 1'15-1'40 metros de altura, y cuando despliega sus alas quienes lo avistan contemplan en muchos casos un pájaro con unos tres metros de envergadura. La mayor parte de los machos adultos alcanza los 10 kg de peso y resulta especialmente característica su cabeza desnuda de color rojizo, en tonos variables en función del estado de ánimo del animal.
Entre las causas que motivaron su desaparición están, según los expertos del instituto Nacional de Ecología del Distrito Federal, algunas bien conocidas por el resto de las especies que engrosan la lista de aves protegidas, como es el envenenamiento por plomo, (generalmente procedente de los restos de cartuchos que los cazadores abandonan en áreas cinegéticas), electrocuciones en torretas de alta tensión, y con mayor frecuencia, destrucción o alteración del hábitat.
Por el momento las campañas de recuperación se han centrado en garantizar su reproducción en cautividad asegurando la variabilidad genética y en facilitar una correcta reintroducción en hábitats controlados. En la actualidad se cuenta con una población de 280 cóndores: 130 en cautiverio y 150 reincorporados a la vida silvestre (62 en California, 75 en Arizona y 13 en Baja California). Los científicos opinan que “para alcanzar un grado óptimo dentro del pryecto de recuperación del cóndor se necesitan tres poblaciones, cada una de 150 ejemplares: dos libres y una en cautiverio, es decir 450 animales”. Todos ellos provendrán de ejemplares criados en cautividad. Todos, excepto "Inyaa".