Alimentación España , León, Miércoles, 14 de octubre de 2009 a las 14:10

La Univerdad de León caracteriza la respuesta inmune frente a la enfermedad porcina de Glässer

El Área de Microbiología e Inmunología apunta a la importancia del desarrollo de una adecuada respuesta humoral

Antonio Martín/DICYT Una investigación de la Universidad de León "pionera en España" ha caracterizado la respuesta inmune frente a la bacteria causante de la enfermedad de Glässer, que afecta a la cabaña porcina. El agente etiológico es Haemophilus parasuis, una bacteria que provoca un alta mortalidad y morbilidad en explotaciones porcinas no inmunizadas. Según el trabajo científico, la inmunización de los ejemplares con una bacterina favoreció el desarrollo de una adecuada respuesta mediada por anticuerpos y confirió protección frente a la enfermedad.

 

El objetivo de investigación, realizada por el Área de Inmunología del Departamento de Sanidad Animal, es "avanzar en la caracterización de la respuesta inmune frente a Haemophilus parasuis, para poder desarrollar estrategias para la protección de la cabaña ganadera frente a esta enfermedad", indica a DiCYT Ana Judith Martín de la Fuente, la autora de la tesis doctoral que recoge el trabajo. Para ello, ha realizado un experimento con diferentes grupos de cerdos a los que se les sometió a un desafío inoculándoles una cepa patógena de esta bacteria. Una parte importante del estudio consistió en la caracterización de la respuesta mediada por citocinas, Martín de la Fuente utilizó la técnica denominada PCR a tiempo real. Para aprender el protocolo de actuación, la científica tuvo que desplazarse a un centro de investigación de Minnesota (Estados Unidos).

 

El experimento

 

Para analizar la respuesta inmune de los cerdos ante el agente patógeno, los investigadores se tuvieron que proveer de un modelo experimental adecuado. Para ello, seleccionaron cerdos que se separaron de las madres en el momento del parto, para evitar el contacto con la bacteria, y se criaron con calostro bovino. Los cerdos fueron divididos en cinco grupos diferentes. Al primero, se le proporcionó una bacterina con cepas de los serotipos más prevalentes. Al segundo, se le inoculó una vacuna con proteínas de membranas externas. Al tercero, se le dotó con una vacuna recombinante. Al cuarto, se le inyectó una dosis subletal de la bacteria. El quinto se estableció como grupo control y no recibió ningún tipo de inmunización.

 

Todos los cerdos fueron sometidos a un desafío con una dosis letal de la bacteria. Los grupos ofrecieron resultados muy diferentes. Aquellos que fueron inmunizados con la bacterina sobrevivieron todos, mientras que en el grupo control (no inmunizado) y en el de la vacuna recombinante no hubo supervivientes. Todos presentaban lesiones características provocadas por la bacteria. En el caso de la vacuna con proteínas de membrana externa y la dosis subletal, hubo ejemplares que resistieron y otros que murieron.

 

Los investigadores analizaron varios parámetros. En primer lugar, midieron la respuesta mediada por anticuerpos o humoral. Aquí, todos los animales supervivientes, con independencia del tipo de inmunización que recibieron, desarrollaron anticuerpos. A través de un estudio de proteínas en fase aguda positiva, los científicos observaron que tras la infección se incrementaba la concentración de este tipo de proteínas, algo que está relacionado de forma directa con la gravedad del cuadro clínico. El análisis de citocinas, unas proteínas intercelulares que cumplen una función de mantenimiento y regulación de la respuesta inmune, mostró también datos significativos. La citocina denominada interleucina 4 (IL-4) fue detectada casi exclusivamente en los supervivientes. La IL-10, se expresaba en mayor proporción en ganglios y bazo de los animales que resistieron a la bacteria. Ambas citocinas están relacionadas con la respuesta humoral, especialmente IL-4, ya que interviene en la respuesta mediada de anticuerpos.

 

El trabajo científico concluye que "la respuesta humoral frente a Haemophilus parasuis es fundamental para la protección ante esta enfermedad de manera que sólo en los cerdos que sobrevivieron al desafío se observó seroconversión tanto de IgM como de IgG [dos tipos de inmunoglobina] y una mayor expresión de IL-4 e IL-10, todas relacionadas con la respuesta de base humoral". Asimismo, "la inmunización con bacterina de cepas 2, 4 y 5 de Haemophilus parasuis confiere adecuada protección frente al desafío con una dosis letal  la cepa Nagawasaky del serotipo 5 de Haemophilus parasuis".
 

Haemophilus

 

El género Haemophilus está formado por bacterias con un cierto grado de patogenicidad, como los agentes causantes de septicemia y meningitis en niños pequeños o de chancros. En el caso del Haemophilus parasuis, esta especie causa la enfermedad de Glässer, que lleva asociadas meningitis, poliartritis, poliserositis y, en ocasiones, trastornos respiratorios. Según los últimos datos en España, que datan de 1996, uno de cada tres cerdos es portador nasal (el 32%, concretamente), aunque el 85% de las cepas que portan son de serotipos no patógenos. Sin embargo, la enfermedad causa alta mortalidad y alta morbilidad eb abunakes que se infectan con cepas patógenas y cuando no están previamente inmunizados.

 

Desde que las condiciones en las granjas han mejorado progresivamente en los últimos años, la enfermedad porcina de Glässer, descrita en 1910, ha ido, paradójicamente, en aumento. Hace unos años era considerada un proceso secundario, pero se ha producido un incremento en su prevalencia. En este incremento ha influido el hecho de que las mejores condiciones higiénico-sanitarias de las explotaciones han reducido la carga bacteriana. Al reducirse la carga bacteriana, es más difícil la exposición de los animales a determinados agentes como Haemophilus parasuis y no se desarrolla inmunidad protectora.