La Universidad analiza en unas jornadas la nueva técnica de pasteurización del Grupo Nicolás Correa
SC/DICYT La Universidad de Burgos, Caja de Burgos y la empresa Amahe, filial del Grupo Nicolás Correa que se dedica al diseño, desarrollo y producción de sistemas de pasteurización hiperbárica (HPP), han organizado para los días 3 y 4 de marzo unas jornadas técnicas que tienen como objetivo el difundir la nueva tecnología de tratamiento de alimentos por altas presiones.
Las jornadas, organizadas bajo el título el Procesado de Alimentos por Alta Presión, se celebrarán durante los días 4 y 5 de marzo en la Casa del Cordón de la capital burgalesa, y van dirigidas a los alumnos de la Universidad de Burgos que cursan sus estudios en las titulaciones de Ingeniería Industrial, Ingeniería Agrícola y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, así como a todos los profesionales de las empresas del sector agroalimentario.
En lo que al contenido de estas jornadas de divulgación científica se refiere el gerente de Amahe, Andrés Hernando Saiz, ha comentado que durante la jornada del miércoles 3 “se hablará de cómo funcionan las altas presiones sobre los alimentos, qué efectos producen y por qué los higienizan”, y otro de los temas a tratar será la tecnología desde el punto de vista alimentario: conceptos básicos, efectos sobre microorganismos y componentes de los alimentos, además de las aplicaciones industriales existentes en España, Japón, Estados Unidos y otros países de Europa. La jornada concluirá con la visita a la empresa Campofrío, que en estos momentos utiliza dos máquinas de altas presiones desarrolladas y fabricadas dentro del proyecto NC Hyperbaric, puesto en marcha la esta filial del Grupo Nicolás Correa hace ahora seis años y que cuenta con la colaboración de la Universidad de Burgos y de la Agencia de Desarollo Económico(ADE).
En el segundo día de las jornadas, el jueves día 4, “se tratará, muy brevemente, cómo funciona la tecnología desde el punto de vista de los envases y de las máquinas”, según Hernando. También será el momento para hablar, por ejemplo, de la necesidad de que los envases adaptados a las altas presiones sean flexibles, ya que “tienen que deformase con los productos debido a la fuerza de la presión”, o también de los dos elementos determinantes de las máquinas de alta presión como son “la cámara o vasija y las bombas encargadas de incrementar la presión hasta los 6.000 bares”, explica el propio Andrés Hernando.