Alimentación España , Salamanca, Lunes, 29 de marzo de 2004 a las 18:46

La Universidad de Salamanca implantará su programa de gestión de residuos peligrosos el próximo curso

Tres departamentos aplican ya los protocolos aprobados en el manual elaborado por la institución académica

Ana Victoria Pérez/DICYT La Universidad de Salamanca comenzará a aplicar los protocolos de tratamiento y gestión de residuos peligrosos el próximo curso académico 2004/2005. La normativa recogida en el manual que en el mes de diciembre aprobó el Consejo de Gobierno de la institución académica, que ha sido elaborada por la Comisión de Calidad Ambiental, ya se está aplicando en tres departamentos de la universidad en fase experimental. Se da la circunstancia de que dos de ellos, el de Química Farmacéutica y el de Química Orgánica, generan aproximadamente el 50% de los residuos peligrosos de la institución. A ellos se ha unido el Departamento de Microbiología Genética, y se espera que en los próximos meses hagan lo propio el resto de departamentos que generan este tipo de residuos, de manera que a comienzos del curso 2004/2005 el programa de gestión se aplique en la totalidad de ellos.

 

La implantación del manual constituye el primer paso para que la Universidad de Salamanca se adapte a la normativa europea, así como a las cláusulas propuestas por la Agenda 21 firmadas por España en la Conferencia Internacional de Río de Janeiro de 1992. Los decanos y los directores de centro serán los encargados de su correcta implantación, trabajando de manera coordinada con los responsables de cada uno de los departamentos, mientras que una serie de técnicos se está encargando de visitar cada uno de los departamentos implicados y de distribuir los envases y etiquetas necesarios.

 

La universidad ha previsto además la organización de una serie de cursos sobre el plan de residuos y la seguridad en los laboratorios para los técnicos y profesores implicados en el proceso, que serán impartidos por personal del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene.

El Comité de Calidad Ambiental, formado por expertos de la propia universidad, ha trabajado en el texto desde hace meses para profundizar tanto en los aspectos jurídicos como en los más técnicos de almacenaje y tratamiento de residuos peligrosos, proponiendo actuaciones específicas para cada una de las cuatro categorías de clasificación de los desechos que genera la actividad docente e investigadora: residuos asimilables a urbanos; químicos; biológicos y sanitarios y radiactivos.

Otros apartados en los que manual hace especial hincapié es en el tipo de envases que deben utilizarse para el almacenamiento de los residuos, señalando que lo más aconsejable es utilizar contenedores fabricados de materiales termoplásticos como el polietileno, el cloruro de polivinilo (PVC) y el polipropileno. Una de las garantías esenciales será el que todos los envases lleven el marcado CEE, que justifica que están homologados por la Unión Europea.

Estos contenedores sólo permanecerán abiertos en los laboratorios el tiempo imprescindible para añadir el material correspondiente, intentando reutilizar, siempre que sea posible, los envases originales de los productos para depositar los residuos.

No más de seis meses

Uno de los puntos más delicados en el tratamiento y gestión de residuos peligrosos es su almacenaje. En este punto el manual señala que los desechos, una vez envasados deberá permanecer en los laboratorios hasta que sean trasladados al almacén temporal. En cualquier caso, tal y como advierte la normativa univcersitaria, no podrán permanecer en dicho almacén más de seis meses.


A este almacén temporal únicamente tendrá acceso personal cualificado, que se encargará de que en el proceso de almacenaje se tomen precauciones como el "evitar que los líquidos combustibles se ubiquen cerca de productos comburentes ni con sustancias tóxicas o muy tóxicas que no sean combustibles", según explica el propio manual.

 

Clasificación de los residuos peligrosos

Los residuos generados por la universidad se separarán en cuatro grandes grupos: residuos asimilables a urbanos; químicos; biológicos y sanitarios y radiactivos. Se consideran residuos asimilables a urbanos los que no presentan riesgos para la salud ni el medio ambiente, y entre ellos se encuentran los desechos de cocinas, cafeterías y comedores, así como los generados por actividades administrativas. Los residuos químicos exigen el cumplimiento de especiales medidas de prevención por representar riesgos para la salud o el medio ambiente. Por este motivo se debe tener una atención especial a la hora de manipularlos, identificarlos y envasarlos.

 

Entre los residuos sanitarios o biológicos hay que prestar atención a los biopeligrosos, ya que la contaminación que generan puede dar lugar a infecciones.

 

Por último los residuos radioactivos, según reza el manual: "Se deberán acondicionar y señalizar convenientemente cumpliendo con los requisitos establecidos en el Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, hasta su posterior entrega al gestor autorizado: la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa)".