Salud España Valladolid, Valladolid, Martes, 20 de enero de 2004 a las 12:12

La Universidad de Valladolid imparte un curso sobre la legionella

Se centra en el mantenimiento higiénico-sanitario de las instalaciones consideradas de riesgo

BGA/DICYT El Departamento de Ingeniería Energética y Fluidomecánica de la Universidad de Valladolid organiza un Curso de mantenimiento higiénico-sanitario de instalaciones de riesgo frente a la legionella. El curso se celebrará los viernes y sábados, entre el 30 de enero y el 21 de febrero, en la Escuela Universitaria Politécnica y tiene una duración de 30 horas.

Entre los aspectos que se tratarán en esta tercera edición del curso están la biología y ecología del agente causal de la legionella, la cadena epidemiológica y el tratamiento de las instalaciones de riesgo como pueden ser los hospitales, los centros de salud y las residencias de tercera edad.

También se abordarán temas referentes al mantenimiento de las instalaciones con productos químicos, desinfectantes, desincrustantes y neutralizantes. Los condensadores y humidificadores, como posibles focos de expansión de la enfermedad serán analizados.

Finalmente, habrá una parte del temario destinada a estudiar el marco legislativo que se ocupa de la legionella y cuyo Real Decreto se aprobó en julio de 2003. Los alumnos obtendrán al final del curso un Diploma homologado de Técnico de Mantenimiento Higiénico-Sanitario de instalaciones susceptibles de transmitir Legionella.


 

Síntomas similares a los de la neumonía
Aparece, sobre todo, en las torres de refrigeración de grandes instalaciones, donde los sistemas de aire acondicionado tienen áreas de enfriamiento de agua. Estos lugares suelen ser muy húmedos y mantienen unas temperaturas cercanas a los 40 grados centígrados, lo que supone el clima ideal para el desarrollo de la bacteria causante de la enfermedad.
Este agente ataca especialmente a las personas débiles y con pocas defensas, de ahí que los focos se den frecuentemente en hospitales y residencias de tercera edad. Se transmite como aerosol, es decir, por el aire, en diminutas gotas de agua que son ingeridas por el futuro enfermo sin darse cuenta.
La enfermedad no se transmite por el vapor, ni por los alimentos; tampoco se puede transmitir entre personas, ni de animales a personas.
Los síntomas son similares a los de la neumonía, con elevadas fiebres y dificultades de respiración, sin embargo, la Legionella es más letal.
Entre los consejos que se dan a los particulares para su prevención figura, siempre, el mantenimiento de la limpieza de todos los sistemas de refrigeración y calderas, evitando la suciedad y el agua parada.