Tecnología España , Salamanca, Lunes, 25 de abril de 2011 a las 16:45

La UPSA diseña una nueva silla de ruedas que recorre interiores de forma automática

El proyecto Aescolapius, que el año pasado presentó una silla controlada por móvil, entra en una nueva fase en colaboración con el Hospital Nacional de Parapléjicos Toledo.

José Pichel Andrés/DICYT Hace menos de un año, el Club de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) sorprendía a todo el mundo con la presentación de un prototipo de silla de ruedas que podía ser controlada a través de los movimientos de la cabeza de su ocupante y a través de un teléfono móvil. Meses más tarde, alumnos y profesores del proyecto, llamado Aescolapius, continúan trabajando en un nuevo modelo de silla de ruedas con el objetivo de que realice recorridos automáticos dentro de un edificio, un nuevo proyecto que sale adelante a instancias del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, una de las instituciones más importantes de España en el ámbito de la investigación sobre discapacidad. 

 

"Queremos que la silla sea capaz de moverse por interiores de edificios a través de la memorización de recorridos", señalan los alumnos que llevan adelante esta nueva fase, Gabriel Villarrubia e Iker Muriel, ambos de la titulación de alumnos de Ingeniería Técnica en Informática de Gestión, ya que el tercer componente del equipo del año pasado, Alberto López, disfruta este año de una beca en el extranjero.

 

El ejemplo más básico del nuevo objetivo para mejorar la silla de ruedas se encuentra a las puertas de cualquier centro sanitario. "Hay sillas a las puertas en los hospitales y con este sistema podríamos indicarle, por ejemplo, que queremos ir a la sala de rayos, la silla te conduciría automáticamente allí", apuntan. Esto tiene bastantes dificultades, porque en el recorrido habría obstáculos que detectar y esquivar, pero "vamos a conseguir que la silla vaya donde se le indique", afirman.

 

El proyecto pasa por memorizar recorridos a través de elementos sencillos y económicos, según los alumnos. Por ejemplo, pretenden utilizar cinta aislante y pequeñas balizas dotadas de etiquetas de radiofrecuencia (basadas en la tecnología o RFID, del inglés Radio Frequency Identification) para "dibujar caminos" en los pasillos de un edificio, como si fueran los de un hospital, un centro de día o cualquier otro lugar en el que se podría implementar este sistema.

 

Por el momento, "estamos en una fase de investigación, buscamos algoritmos que nos permitan calcular las rutas más óptimas, queremos averiguar cuál es la mejor manera de colocar las etiquetas de radiofrecuencia por el camino, así como de poner a punto los componentes electrónicos que sea necesario instalar en la propia silla. Esto requiere añadir sensores de infrarrojos, de ultrasonidos y comunicaciones inalámbricas por bluetooth, según sus previsiones.

 

Robot experimental

 

De modo experimental, ante las dificultades de manejar la silla de ruedas por el tamaño que tiene, los investigadores están utilizando un sencillo robot que emula la silla. Una vez que la idea haya madurado, el objetivo del proyecto es incorporar también funcionalidades como la localización por GPS y el aviso automático al 112 por parte de la silla en caso de incidente.

 

"Parte de la idea nos la dieron en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde fuimos a presentar el proyecto anterior, porque ellos están trabajando en este mismo sentido", indica el profesor Roberto Berjón, director de este proyecto de investigación que, un año más, vuelve a formar parte del Club de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca, iniciativa que cuenta con la financiación y el respaldo del proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta de Castilla y León.

 

Tanto los alumnos como los profesores creen compatible integrar toda esta nueva tecnología con el proyecto del año pasado y aplicar todos los avances juntos a cualquier silla de ruedas. "Simplemente sería incorporar una pequeña placa y unos sensores de obstáculos", señalan. Una vez desarrollado el sistema, desarrollar el hardware no sería una gran dificultad para que se materialice el proyecto, que deberá estar listo para su presentación oficial el próximo mes de junio, coincidiendo con el final del curso académico, tal y como marcan los plazos del Club de Innovación de la Universidad Pontificia.