Alimentación España Pereña de la Ribera, Salamanca, Viernes, 16 de abril de 2004 a las 12:21

Las empresas vinícolas de Las Arribes del Duero incorporan las nuevas tecnologías para monitorizar las vides y controlar las plagas

Cuatro estaciones meteorológicas situadas en Zamora y Salamanca transmiten datos permanentemente al Instituto Tecnológico Agrario para mejorar la producción

Ana Victoria Pérez/DICYT La Asociación Vino de la Tierra Arribes del Duero ha comenzado ya la campaña de vigilancia de las cerca de 1.200 hectáreas de viñedo de sus socios. Un trabajo para el que cuenta con cuatro estaciones meteorológicas, dos ubicadas en viñas zamoranas y otras dos en plantaciones de la zona salmantina, que estarán en contacto permanente con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, ofreciendo datos cada diez minutos de las condiciones de humedad que se registran, tanto en el ambiente como en el suelo y en la planta. A estas mediciones se unen el control de la temperatura, la radiación solar y la fotosintética.

Tal y como ha informado a DICYT Santiago Castro, técnico de la asociación y responsable de la supervisión de las estaciones meteorológicas, "cada uno de los cuatro dispositivos ha supuesto una inversión de cerca de 6.000 euros, y se han distribuido de manera que se pueda realizar un control de las dos zonas geográficas que, por el momento, integran la asociación". De la misma manera Castro ha señalado la posibilidad de que muy pronto Vinos de la Tierra Arribes del Duero cuente con representantes de la ribera del Águeda.

Cada uno de estos dispositivos transmite los datos que va registrando a través de la tecnología móvil GPRS al departamento de Protección Vegetal del Instituto Tecnológico Agrario, donde técnicos especialistas interpretan los parámetros registrados para al finalizar la temporada elaborar, por primera vez en esta zona, un informe sobre las condiciones generales del viñedo y su respuesta a los cambios meteorológicos.

Feromonas para controlar las plagas

Los técnicos de la asociación, de la que forman parte cinco cooperativas y cuatro bodegas privadas, y a la que se va a incorporar un nuevo socio en breve, han querido además implantar elementos para el control de plagas, y por el momento ya han instalado en una decena de parcelas 20 trampas para polillas. Cada dispositivo se ubica en la mitad de la zona de cultivo sobre un poste de madera, y consta de una pirámide plástica, dos de cuyas caras laterales están abiertas para dejar que los animales entren. En el interior, sobre la base, hay una lámina impregnada de un material pegajoso en el que los animales quedan atrapados cuando acuden atraídos por un señuelo, que no es otra cosa que una cápsula de feromonas (una hormona sexual similar a la que desprenden las hembras cuando están en celo). De esta manera se pueden establecer relaciones entre las condiciones de humedad y temperatura y los ataques de polilla. Además de las plagas de insectos se controlarán también, según ha señalado Santiago Castro, otro tipo de enfermedades propias de la vid como la botritis, en este caso provocada por un hongo.

El resultado de los estudios sirve para orientar a los productores sobre cuáles son las medidas fitosanitarias que deben adoptar en cada campaña, para lo que la Asociación Vino de la Tierra Arribes del Duero edita todos los años una guía en la que se exponen los tratamientos más adecuados y las buenas prácticas que se deben seguir para obtener una uva de calidad.

El éxito de esta iniciativa ha movido a la asociación a editar próximamente una publicación similar donde se recojan los parámetros de calidad que se deben respetar en las bodegas, tal y como ha señalado a DICYT Rocío Carrascal, responsable de administración de la entidad.

 

788 socios y más de un millón de litros de vino 

Los esfuerzos e inversiones en desarrollo y control de calidad que la Asociación Vino de la Tierra Arribes del Duero viene realizando desde su fundación en el año 1998 dará sus frutos próximamente ya que esta misma semana el consejero de agricultura de la Junta de Castilla y León, José Valín, confirmaba que muy pronto recibirá la Denominación de Origen Arribes del Duero.


Un reconocimiento del que se beneficiarán los 788 socios con los que cuenta la Asociación que en la última campaña recogieron cerca de 3.400.000 kilogramos de uva y produjeron casi 940.000 litros de vino tinto, 120.000 de rosado y 10.000 de blanco.
Se trata de una producción, advierte Santiago Castro, "que tiende a la calidad en lugar de a la cantidad, apostando por las variedades autóctonas, entre las que destaca la Juan García, la Rufete, la Malvasía o el Verdejo".


En cuanto a las ventas los vinos de la Tierra Arribes del Duero se reparten entre en mercado nacional y las exportaciones. Las ventas en España suponen el 76% de sus caldos, mientras que cerca del 26% se destina a la exportación, principalmente a la Unión Europea, Estados Unidos, Venezuela y Japón.