Ciencia España , Valladolid, Jueves, 21 de octubre de 2010 a las 18:30

“Las neurociencias y la ecología serán las ciencias del siglo XXI”

El Premio Nacional de Investigación 2005 Pedro Echenique participa en el Ciclo de Divulgación Científica de Caja de Burgos

Cristina G. Pedraz/DICYT El Auditorio del Museo de la Ciencia de Valladolid acogerá hoy en el marco del Ciclo de Divulgación Científica de Caja de Burgos la conferencia Pasión por el conocimiento: la sublime utilidad de la Ciencia inútil, a cargo del catedrático de Física de la Universidad del País Vasco y Premio Nacional de Investigación 2005 Pedro Echenique. Durante su ponencia el investigador analizará “cómo la curiosidad ha cambiado el mundo, cuáles son las características de la ciencia y cómo el entenderlas puede permitir a un país estar en esa cultura científica que va a ser determinante en el siglo XXI”, tal y como ha avanzado en declaraciones a DiCYT.

 

Echenique asegura que casi todos los avances que han servido para cambiar el mundo surgen motivados por la curiosidad, como el láser o la resonancia margnética, “que nunca hubiese sido descubierta con un programa millonario”. En cuanto al láser, recuerda que fue llamado durante muchos años “una solución sin problemas a los que aplicarse” mientras que ahora se emplea en campos tan diversos como la cirugía o el arte. Así, una de las particularidades de la ciencia es esa, “el progreso a largo plazo”.

 

Por otro lado, considera que una de las características de la ciencia actual es que el conocimiento se duplica prácticamente cada dos años de manera que “ya no es posible el hombre del renacimiento que lo sabe todo, solo son posibles loa equipos”, lo implica “que hay que entender el lenguaje de los otros”. En este sentido considera que las ideas surgen en la mente de cada persona de forma que “necesitamos una educación que cuide a cada uno y colabore en crear espíritus creativos e inquietos”. “La ciencia no es un conjunto congelado de dogmas, es una aventura intelectual y es lo que debe transmitir el sistema educativo. Impulsar la pasión por aprender, que es lo útil”, recalca.

 

El experto explica además cómo a finales del siglo XIX el presidente de la Sociedad Americana de Física se preguntaba, al ver morir a su mujer y sus hijas, por qué el médico sólo podía ofrecerle como argumento que no había remedio. “La respuesta es la ignorancia, y en contraposición el siglo XX ha sido el triunfo de la ciencia y la tecnología motivada por la pasión de conocer de muchos investigadores que han tenido libertad de formular las mismas preguntas y la manera de contestarlas”, asegura. Asimismo, apunta que la ciencia es una parte importante de la cultura moderna y que ha cambiado la concepción del mundo en que vivimos, por lo que es “la obra cultural colectiva más importante de la humanidad”.

 

Respecto a los avances del siglo XX, Echenique los resume con dos palabras: átomo y gen. “Hemos entendido la materia y la vida, aunque no todo, y ahora tenemos opciones nuevas como son crear materia e influir en la vida a través de la nanotecnología o la ingeniería génica”. Así, el investigador apuesta por las neurociencias y la Ecología como las ciencias clave del siglo XXI.

 
Política mundial

 

Por otro lado, Pedro Echenique abordará las tendencias políticas derivadas de la crisis económica, la de reducir el gasto y el déficit, que es la europea impulsada por Merkel, y la de Obama basada en aumentar el gasto en los sitios clave. Como advierte el experto, “ninguna de ellas toca la ciencia, la tecnología, la formación y la educación, algo que nos debería hacer pensar”.


Pedro Echenique ha publicado más de 300 trabajos en libros y revistas especializadas y ha dirigido 24 tesis doctorales. Su interés investigador se centra en la física de superficies, microscopía electrónica, interacción de cargas y radiación con la materia. Entre los múltiples reconocimientos a su labor investigadora se encuentran el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científico Técnico en 1998, la medalla de Oro de la Real Sociedad Española de Física en 2003 y el Premio Nacional Blas Cabrera de Ciencias Físicas de Materiales y de la Tierra en 2005, entre otros.