Medio Ambiente España , Burgos, Jueves, 13 de diciembre de 2012 a las 16:44

Las temperaturas máximas en el área mediterránea han sido similares a las del clima global terrestre en el último millón de años

El trabajo se basa en el yacimiento de la Gran Dolina, en Atapuerca, único en el ámbito peninsular que posee una larga secuencia arqueológica y paleontológica

CGP/DICYT La cuenca mediterránea es conocida desde un punto de vista climático por unos recursos de agua limitados y unos picos extremos de calor en verano, los cuales tienen un papel crucial en los ecosistemas y el paisaje. En este contexto, investigar cómo el clima ha evolucionado en el pasado en el área mediterránea, en relación con los cambios climáticos globales del Cuaternario, nos puede ayudar a entender cómo y en qué medida estos cambios pueden afectar a las temperaturas y las precipitaciones. En esta línea, un reciente artículo publicado en la revista Geology demuestra que las máximas de temperatura en el área mediterránea durante el último millón de años han seguido unas pautas y amplitudes similares a las del clima global terrestre, tal como éste ha sido reconstruido a partir de los sondeos en el hielo y en el mar.


El autor principal del artículo es Hugues-Alexandre Blain, investigador del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) y el trabajo realizado se basa el yacimiento de la Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca (Burgos), único en el ámbito peninsular por poseer una larga secuencia arqueológica y paleontológica que ha registrado muchos de los cambios en los ecosistemas ibéricos durante el último millón de años.


En este estudio, las temperaturas y precipitaciones han sido estimadas en base a las variaciones observadas en las asociaciones fósiles de los anfibios (tritones, sapos y ranas) y reptiles (lagartijas y serpientes) a lo largo de la secuencia de la Gran Dolina. Esta larga serie de estimaciones paleoclimáticas presenta unos picos cálidos marcados que han sido correlacionados con varias máximas de calor interglacial del último millón de años, en función de los datos cronológicos establecidos para el yacimiento en base a dataciones numéricas, paleomagnetismo y biocronología.


Hace aproximadamente 450.000 años se produjo el evento climático conocido como MBE (Mid-Brunhes Event) y que separa un primer periodo (anterior a esa cronología) el cual esta caracterizado por unas fases cálidas (también llamadas interglaciales) con unas temperaturas moderadas de un segundo periodo (posterior a 450.000 años) donde estos interglaciales están caracterizados por unos episodios de calor idénticos o a veces más cálidos que el Holoceno, periodo en el cual nos encontramos actualmente, según la información del IPHES recogida por DiCYT.


Importantes conclusiones


El evento MBE ha sido observado en una gran variedad de registros paleoclimáticos como los sondeos en el hielo de la Antártida, los llevados a cabo en el océano Pacifico, etc, pero a pesar de esto, sus efectos sobre los sistemas terrestres siguen siendo poco conocidos debido a la ausencia de reconstrucciones detalladas de los cambios de temperaturas para el ultimo millón de años en otras partes del mundo, con lo cual el nuevo estudio llena un vacío importante.


Las conclusiones del estudio que ahora se presenta han revelado que, en la región de Burgos, los interglaciales posteriores a la MBE fueron más cálidos que los anteriores, tal como se suponía a partir de los registros paleoclimáticos del Pacifico o del Polo Sur. Y también se ha establecido que durante los periodos interglaciales posteriores al MBE, las precipitaciones eran más bajas, ocasionando una aridez más pronunciada en los paisajes después de 450.000 años antes del presente.