Ciencias Sociales España , Castilla y León, Miércoles, 09 de marzo de 2011 a las 11:55

Los ciudadanos de Castilla y León opinarán sobre energía nuclear y energías renovables

La Universidad de Salamanca le da la palabra a los ciudadanos de la región a través de la primera edición en esta comunidad de las 'Conferencias de consenso', con un grupo de personas asesoradas por expertos

José Pichel Andrés/DICYT ¿Hay que apostar por las energías renovables? ¿Son suficientes de cara al futuro? ¿Deberíamos prescindir de la energía nuclear o hay que reforzar su papel? Las preguntas sobre alternativas energéticas están servidas y por primera vez en Castilla y León un grupo de unos 30 ciudadanos no expertos será protagonista en un debate científico-tecnológico al celebrarse la primera conferencia de consenso sobre energías. La iniciativa está impulsada por especialistas de la Universidad de Salamanca que han explicado a DiCYT los detalles del proyecto.

 

Las conferencias de consenso son un método de participación ciudadana vinculada a aspectos científico-tecnológicos. Su origen se encuentra a finales de la década de 1980 en Dinamarca, cuando un equipo de investigación organizó la primera con la idea de aumentar la información de la ciudadanía sobre Biotecnología a vez que se pulsaba cuál era su opinión, porque en esta época comenzó a reformarse la legislación europea sobre transgénicos.

 

El método consiste en seleccionar un grupo de ciudadanos social y demográficamente representativos a través de un anuncio en la prensa que pide su participación. Se busca gente comprometida personalmente, pero no política ni ideológicamente. En un primer contacto con las personas que forman el panel organizador, se les proporciona información acerca del tema que se va a tratar. En la siguiente fase, los ciudadanos se ponen en contacto con expertos muy variados que representan todas las posturas sobre un tema y los participantes tienen la potestad de hacerles preguntas de forma muy abierta, generalmente en dos sesiones diferentes. Más tarde, se celebra una conferencia pública de dos o tres días y abierta a toda la sociedad, incluida la prensa. Finalmente, los ciudadanos elaboran un informe que se envía al representante político oportuno.

 

En este caso, la iniciativa se pone en marcha desde el Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca (eCyT), que va a desarrollar el proyecto Conferencias de consenso en torno a alternativas energéticas, financiado por la Junta de Castilla y León. Una treintena de ciudadanos de todas las provincias aprenderán más sobre este tema de la mano de los científicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), empresarios, miembros de la comunidad universitaria, representantes del Foro de la Industria Nuclear Española y grupos ecologistas vinculados con energías. Todos ellos mostrarán su postura y se someterán a las preguntas de los ciudadanos.

 

El proceso

 

El anuncio en la prensa local de todas las provincias saldrá en las próximas semanas, los interesados mandarán una ficha con su nombre y algunos datos, indicando por qué desean participar. La primera reunión será en mayo, mientras que a finales de junio y a finales de septiembre tendrán lugar los encuentros con expertos. Finalmente, en octubre se realizará la conferencia pública.

 

Ana Cuevas Badallo, investigadora del Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología y actual secretaria general de la Universidad de Salamanca, es la principal responsable de este proyecto y ya cuenta con la experiencia de haber coordinado en 2009 la primera conferencia de consenso sobre cambio climático en España, que se celebró en Gijón. Allí le sorprendió "el nivel de compromiso de los ciudadanos cuando se les permite opinar".

 

El informe de los ciudadanos, que en este caso se remitirá a la Junta, sirve para que los políticos conozcan la percepción ciudadana. "Una cosa es la opinión que se transmite a través de los medios de comunicación y otra la que se puede formar alguien tras escuchar a un experto", señala Ana Cuevas. Además, "una de las funciones de la universidad es actuar de intermediadora entre expertos y ciudadanos", agrega.

 

Información científica para tomar decisiones

 

En su opinión, políticos, académicos y científicos tienen que darse cuenta de que "es imprescindible hacer llegar a los ciudadanos opiniones bien fundadas" y de que “tenemos que realizar el esfuerzo de hacerles llegar buena información científica para que tomen decisiones, porque al fin y al cabo afecta a sus vidas".

 

En este sentido, "se suele pensar que los ciudadanos no tienen interés en estas controversias o que no tienen el nivel de conocimiento suficiente". A pesar de que las dos cosas pueden ser ciertas, "los problemas científico-tecnológicos nos atañen a todos y es responsabilidad nuestra hacerles llegar buen conocimiento a los ciudadanos. A la hora de tomar decisiones, los políticos se asesoran en expertos y, de alguna manera, le toman el pulso a la ciudadanía, pero ¿cómo saben si los ciudadanos están más o menos interesados en que siga funcionando la central nuclear de Garoña sin tener opiniones sesgadas?", se pregunta.

 

Por eso, esta primera conferencia de consenso en Castilla y León pretende abrir una vía inexplorada de participación ciudadana en la política científica, pero sólo será la primera de una larga serie porque su interés para toda la sociedad parece más que evidente.