Alimentación España Madrid, España, Martes, 20 de enero de 2009 a las 11:32

Los frentes oceánicos constituyen barreras que aíslan las poblaciones de peces

El artículo de investigadores del CSIC y de la Universidad de Barcelona aparece publicado esta semana en la revista ‘PNAS’

CSIC/DICYT Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Barcelona ha descubierto que los frentes oceánicos, originados al mezclarse aguas de diferente densidad, generan barreras que ni las larvas ni los peces adultos atraviesan, verdaderas fronteras que aíslan genéticamente las poblaciones. El trabajo, realizado sobre siete especies de peces litorales del Mediterráneo, en los frentes oceánicos del Mar de Alborán y del norte de las Islas Baleares, ha revelado asimismo que la mayoría de los peces adultos estudiados apenas se alejan 30 ó 40 kilómetros del lugar donde nacen. Los hallazgos, que publica esta semana la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense (PNAS), son determinantes para la demarcación de áreas marinas protegidas.

 

El investigador del CSIC que ha coordinado el trabajo, Ciro Rico, explica el avance que supone el estudio frente a lo que la comunidad científica creía hasta ahora: "Durante muchos años se ha asumido que la dispersión de los organismos marinos operaba como un sistema abierto, de tal forma que la fase dispersiva de las especies, especialmente durante el periodo larvario, permitía la colonización de amplias zonas de la costa. Sin embargo, los resultados obtenidos en este estudio demuestran que la retención de las larvas es importante y que, incluso en peces con una capacidad de dispersión elevada, las larvas son incapaces de atravesar frentes oceánicos".

 

El salmonete (Mullus surmuletus), la mojarra (Diplodus vulgaris), la oblada (Oblada melanura), la cabrilla (Serranus cabrilla), el salmonete real (Apogon imberbes), el peto (Symphodus tinca), y la moma (Tripterygion delaisi) son las siete especies de peces litorales del Mediterráneo sobre las que se ha realizado el estudio. En el Mediterráneo occidental hoy dos frentes muy marcados debido a la entrada del agua atlántica por el estrecho de Gibraltar. Esta agua atlántica, menos densa, al juntarse con el agua mediterránea, más densa, genera un frente entre Almería y Orán y otro al norte de las islas Baleares. La magnitud de estos frentes es muy diferente, pero ambos son capaces de impedir que las larvas de los peces estudiados los atraviesen, lo que da lugar al aislamiento genético de sus poblaciones.

 

Aislamiento genético y reservas marinas

 

Enrique Macpherson, investigador del CSIC y coautor del trabajo advierte: "Debido a que este tipo de frentes oceánicos se generan en numerosas áreas de los océanos, es previsible que el aislamiento genético entre las poblaciones de muchas especies marinas sea superior al esperado". Y añade: "El aislamiento entre especies puede condicionar el establecimiento de las reservas marinas, dado que establece la conectividad entre las poblaciones de las zonas protegidas y no protegidas".

 

Las especies estudiadas tienen características biológicas muy diversas, con una fase larvaria (la fase potencialmente más dispersiva) que dura desde menos de 10 días en algunas especies hasta más de un mes en otras. "Hasta ahora se pensaba que el aislamiento genético era mayor en las especies con una vida larvaria más corta. En este estudio se demuestra que hay otras características biológicas en las especies (por ejemplo, la estrategia reproductora) que condicionan este aislamiento", subraya Rico.

 

En el estudio, financiado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, han participado investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (del CSIC), en Gerona, de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en Sevilla, y la bióloga Marta Pascual, de la Universidad de Barcelona.