Los intentos de fraude a través del correo electrónico aumentan tres puntos porcentuales en el último año
AMR/DICYT Los intentos de fraude a través de invitaciones camufladas en mensajes electrónicos se han incrementado tres puntos porcentuales en el último año. El mecanismo de este tipo de engaños es sencillo: recibes un atractivo mensaje en el gestor de correo electrónico y éste te remite a una página web sospechosa. Mientras que en el primer trimestre de 2010 del Estudio sobre el fraude a través de internet, publicado por el Observatorio de Seguridad del Inteco, refleja que estas tentativas alcanzaron al 32'6% de los consultados; en el último de 2008 el porcentaje se situaba en el 29'4%. Por contra, los fraudes escondidos en la recepción de mensajes de móvil ofreciendo un servicio no solicitado se han reducido significativamente: del 23'2% al 9'4%.
Las invitaciones fraudulentas a través de correo electrónico para visitar una web sospechosa fueron la principal incidencia declarado por los usuarios en la encuesta del Inteco (Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación, con sede en León), en los tres primeros meses del año. En segundo lugar se situó la recepción de mensajes electrónicos ofertando un servicio no solicitado (29'1%).
La fórmula favorita de los atacantes para realizar una comunicación sospechosa de fraudes es crear páginas que simulan compras o ventas a través de internet. Así lo han observado cerca de la mitad de los encuestados (43'9%, concretamente). Cuatro de cada 10 intentonas simulaban llegar de entidades bancarias, seguidas por los de páginas de loterías, casinos o juegos en línea. El disfraz de banco, que era el mayoritario entre estos defraudadores en 2008 y 2009, ha sido desplazado del primer lugar en 2001 por el de comercio en línea o de compraventa en el último estudio. Estos intentos de fraude han crecido un 25% en el último año.
Aprendizaje y confianza
Los intentos de fraude o, directamente, haber sufrido un perjuicio económico derivado conduce a realizar hábitos prudentes con la banca en línea o el comercio electrónico. Este aprendizaje es palpable en la encuesta del observatorio. Mientras un 55'8% de los que han sufrido un intento de fraudo o un perjuicio económico toman medidas como no facilitar datos o contraseñas por correo electrónico o por teléfono, el porcentaje de prudentes desciende al 44'6% entre quienes no lo han sufrido.
La confianza en los procesos telemáticos, sin embargo, no se ve mermada por estas circunstancias. El 45% que han sufrido un intento de fraude afirma que realizar operaciones bancarias o compras en la Red les genera mucha o bastante confianza. Similar porcentaje (el 38%) se alcanza entre quienes sí han perdido dinero con estas acciones fraudulentas. Esta confianza se refleja en que la gran mayoría no modifica sus hábitos en la compra en línea o gestión bancaria en internet (82'4% y 90'2% respectivamente). En todo caso, la mayor parte de los perjudicados (el 84'1%) afirma haber perdido menos de 400 euros.
Metodología
El informe, que incluye encuestas a usuarios de internet y análisis en línea de equipos informáticos de hogares españoles, abarca de enero a marzo de 2010. En este tiempo se realizaron 3.599 encuestas y 11.854 análisis de seguridad en los equipos panelistas. El trabajo empírico pretende analizar el impacto que las situaciones de fraude tienen a nivel económico y la influencia que ejercen en la banca y el comercio electrónico.