Salud España , Zamora, Miércoles, 02 de junio de 2004 a las 18:10

Médicos de Atención Primaria consiguen duplicar el control sobre la presión arterial cambiando el tratamiento farmacológico

Realizaron un estudio con 852 pacientes de dos centros de salud urbanos de Salamanca

Silvia García/DICYT Un grupo de investigadores ha puesto de manifiesto en Zamora, durante el congreso de Atención Primaria celebrado el pasado mes de mayo, que es posible controlar los factores de riesgo cardiovascular, fundamentalmente la presión arterial, simplemente con modificar el tratamiento farmacológico que hasta ahora se estaba administrando a los pacientes y que no se adaptaba a las recomendaciones clínicas del Joint National Committe VII (JNC), sino a las directrices de la industria farmacéutica.

 

Así lo ha demostrado un estudio realizado por facultativos de Atención Primaria, entre los que se encuentran Manuel Ángel Gómez y Luis García Ortiz, pertenecientes a dos centros de salud urbanos de Salamanca. El estudio descriptivo longitudinal tomó como muestra 852 pacientes hipertensos de los centros de Garrido Sur y La Alamedilla, de los cuales fueron sometidos al cambio de medicación un total de 419, mientras el resto permaneció en el grupo de control.

 

Los expertos hicieron una evaluación pormenorizada del número de fármacos utilizados en el tratamiento de la presión arterial (PA) y los cambios registrados en un periodo de cinco años en los mismos y la evolución del control de la PA, entre 1997 y 2002. La media de fármacos por paciente aumenta de 0'85 en 1997 a 1'58 en el 2002. De forma paralela, desciende el número de pacientes que son tratados con un solo fármaco, mientras proliferan las asociaciones de dos y tres compuestos farmacológicos. Entre ellos, aumenta el uso de los diuréticos de forma importante, a la vez que los betabloqueantes se mantienen con un ligero ascenso. El grupo ARAII se dispara, sufriendo un auténtico boom al aumentar su presencia desde el 1% al 18% del los pacientes, mientras baja la prescripción de bloqueantes de los canales del calcio. Además, ha quedado patente que en todas las asociaciones se utilizan los diuréticos (la JNC lo recomienda como primer fármaco). Precisamente, los factores que hay que controlar son los lípidos, el colesterol, el HDL, la obesidad , la diabetes, el tabaco y la hipertensión. Y en este control adquieren un papel importantísimo los diuréticos.

 

Con estos cambios los resultados alcanzan niveles plenamente satisfactorios en la evolución de los pacientes, con la mejora sustancial del control de la presión arterial. Así, los pacientes con niveles inferiores a 140/90 milímetros de mercurio pasan del 29% en 1997 al 37'5% en el 2002. Pero los buenos resultados no quedan ahí. La reciente evaluación de los resultados de 2004 revela que en el 69% de los casos el nuevo tratamiento ha conseguido controlar la PA de los enfermos. Resultados espectaculares que han sorprendido, incluso, a los propios facultativos.

 

"Con sesiones informativas y evaluaciones de calidad se consigue mejorar la atención y controlar a los pacientes y los factores de riesgo", explican a DICYT Manuel Ángel Gómez Marcos y Luis García Ortiz, quienes abogan por la adaptación de la práctica médica a la guía clínica.

 

Hipertensos con diabetes

 

Asimismo, y dentro de este mismo estudio, los facultativos han relacionado el control glucémico, el índice de masa corporal y los fármacos antidiabéticos en pacientes hipertensos con diabetes, utilizando como muestra 174 pacientes diabéticos del total de los hipertensos seleccionados para la anterior investigación. En este caso, se han encontrado con que determinados fármacos resultan de mayor utilidad en pacientes obesos. En este sentido, el grupo con el que se realizó la prueba está constituido en un 42% por obesos, el 41% sufre sobrepeso y solo el 13 tiene normopeso. Del total, el 38% realiza dieta y aproximadamente el 60% de estos diabéticos está siendo tratado con fármacos. Los fármacos utilizados son, principalmente, las sulfonilureas (63%), biguanidas (24%) e insulina (22%).

 

"Nos encontramos con que tenemos muchos obesos que son diabéticos y cuya enfermedad está sin controlar en el 60% de los casos, pero en los que además se utiliza muy poco la biguanida, un fármaco que ha demostrado muy buenos resultados en pacientes diabéticos obesos", explican los facultativos. Fue entonces cuando detectaron un defecto de atención a los pacientes, y se han propuesto elaborar un plan para mejorar la prescripción en función del índice de masa corporal en los diabéticos para controlar mejor la hemoglobina HbA1C y la glucemia, gracias a la utilización más frecuente de biguanidas. Para ello, ya han organizado sesiones clínicas destinadas a formar al personal sanitario que comenzarán después del verano.