Ciencias Sociales España Salamanca, Salamanca, Miércoles, 07 de marzo de 2007 a las 16:38
MUJERES EN LOS LABORATORIOS: 8 DE MARZO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

"Mi gran ambición sería encontrar un nuevo compuesto contra el cáncer"

Entrevista a Marina Gordaliza, profesora de Química Farmacéutica de la Universidad de Salamanca

José Pichel Andrés/DICYT Marina Gordaliza Escobar fue la primera mujer en ocupar la Secretaría General de la Universidad de Salamanca. Esta profesora de Química Farmacéutica, especialista en el campo de las plantas medicinales, es una de las mujeres que ha llegado más lejos dentro del ámbito universitario y asegura que nunca ha tenido obstáculos en su carrera por su condición femenina, aunque sí ve una evolución positiva en cuanto al papel de las mujeres dentro de una institución que, asegura, debe ir siempre por delante de la sociedad. En una entrevista concedida a DICYT en vísperas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora habla de los retos que ha superado y de los que tiene por delante.

 

-¿Se ha encontrado especiales dificultades en su carrera científica por el hecho de ser mujer?

-Hice Farmacia y nunca encontré obstáculos porque es una licenciatura con un porcentaje muy alto de mujeres, aunque entre el profesorado sí he visto una gran evolución desde mis inicios hasta ahora, cuando las mujeres superamos ya el 50% de las plantillas. Con 29 años llegué al cargo de vicedecana y en aquel momento, en los años 90, me sorprendió que siendo una titulación de mujeres los cargos de gestión los ocupaban los hombres y que sólo había una presidenta de colegios farmacéuticos en España.

-Sin embargo, usted se convirtió en la primera mujer en ocupar la Secretaría General de la Universidad de Salamanca en 1994...

-Para los aspectos de gestión nunca tuve problemas, contamos siempre con el apoyo del rector, Ignacio Berdugo, que incorporó a cuatro mujeres al ámbito de la gestión universitaria y supo crear un grupo con experiencia. Desde entonces he visto cómo se han ido sumando más mujeres, sobre todo en decanatos y secretarías, aunque por supuesto quedan cosas por hacer.


-¿Qué obstáculos se ha encontrado la mujer en el ámbito de la ciencia y la investigación?


-La mujer ha tenido las mismas dificultades que en otras áreas: hacer compatibles sus tareas familiares con la dedicación a tiempo completo que necesita la investigación y la Universidad. Investigar es vocacional y no se termina en el rato que pasas en el laboratorio, sino que te vas con la preocupación a casa del experimento que no ha salido o de la publicación que tiene que salir. Cuando una persona tiene que compatibilizar eso con la atención a hijos o padres es complicado, pero no más que en el mundo de la empresa. Mi caso no es el general, porque no tengo hijos, así que no soy un ejemplo en ese sentido.

-¿Qué logros destacaría de su trayectoria profesional?

-Me siento fundamentalmente orgullosa haber podido trasladar la inquietud investigadora a la docencia, creo que consigo transmitir a mis alumnos lo que quiero. En cuanto al ámbito de la investigación, destacaría una línea de trabajo que se inició en los años 90 y que dio lugar a varias patentes, proyectos y publicaciones en el campo de la búsqueda de compuestos contra el cáncer derivados de productos naturales. Esto es lo que me ha dado pie a la organización ahora de simposios sobre el estudio de plantas y productos naturales como fuente para la obtención de nuevos fármacos.

 

-¿De qué investigaciones se ocupa en la actualidad?

 

-Estamos centrados en transformar compuestos procedentes de plantas de la región en nuevas sustancias contra el cáncer, o lo pretendemos. Mi gran ambición sería encontrar un nuevo producto contra el cáncer, pero la introducción en el mercado de un nuevo fármaco requiere en estos momentos una media de 15 años de investigación y cuesta 900 millones de dólares, con lo cual es un reto difícil de asumir desde las instituciones académicas si no se cuenta con el respaldo de las multinacionales. Los proyectos en los que estamos trabajando se centran en la búsqueda de sustancias con potenciales propiedades biológicas anticáncerígenas derivados de productos naturales.

-¿El futuro de la Ciencia está en manos de las mujeres?

-Estará en manos de las mujeres y de los hombres en las mismas condiciones. Afrontaremos en igualdad los grandes retos de la Ciencia, aunque todavía suena a utopía, porque existen muchas investigadoras importantes que aún no son conocidas. Además, sé de algunos profesores cuyas mujeres también son científicas y compañeras de trabajo, y creo que gran parte de sus éxitos se deben a que ellas han renunciado a los primeros puestos.

-¿Aportan las mujeres una visión o sensibilidad diferente?

-Por supuesto, como en todos los aspectos. Somos diferentes y aportamos nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de organización y una visión especial para la coordinación, quizá porque de lo negativo se saca lo positivo y nos hemos visto obligadas a hacerlo. Sin embargo, creo que la Universidad es uno de los campos que menos dificultades nos ha creado, porque su misión, aparte de su primordial objetivo docente e investigador, es dar ejemplo de integración y avances en todos los ámbitos.