Alimentación Colombia Bogotá, Cundinamarca, Martes, 29 de abril de 2008 a las 13:19

Nanotecnología y biocombustibles, una alternativa ecológica para Latinoamérica

Investigadores ibertoamericanos analizan los recursos y problemáticas de sus respectivos países en estos campos

AVPR/DICYT Las estrategias para lograr diseñar un verdadero sistema de ciencia y tecnología que permita obtener la suficiente competitividad, hacen necesario priorizar los campos en los que cada país debe trabajar para obtener un verdadero desarrollo sostenible. Dentro de los nuevos desafíos tecnológicos a los que se ha enfrentado la ciencia moderna se encuentran temas como la nanotecnología y los biocombustibles.

 

En el caso brasilero, a partir de 2003 se está trabajando en el Programa Nacional de Investigación en Nanotecnología y Nanociencia, con el fin de posicionarse en el campo científico mundial, brindando las herramientas y la inversión necesaria para fortalecer sus redes de investigación. La importancia de la investigación en nanotecnología radica en su utilidad y aplicabilidad al estudio, diseño, creación y manipulación de materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a una escala nano, es decir, una escala ínfima de millonésima de milímetro.

 

Diversos aparatos y materiales han sido diseñados y manipulados por medio de la nanotecnología con el objetivo de mejorar y simplificar la vida de las personas con costos bajos accesibles para cualquiera; telas, chips de computadores, secadores, minas de lápiz y cosméticos entre otros, son objetos de la nanotecnología. Estos estudios no son exclusivos de las grandes potencias mundiales, países como Brasil han desarrollado programas e iniciativas serias desde hace más de tres años en esta materia, y gracias al apoyo internacional, se han fomentado proyectos de investigación en nanociencia a través de laboratorios y equipamiento necesarios para lograr avanzar de manera estructurada, con el fin de establecerse como una potencia mundial en trabajos en nanotecnología y nanociencia.

 

Según Mario Norberto Baibich, director de Programa de Nanotecnología y profesor de la Universidad do Río Grande do Sul en Brasil, en este país ya se producen diferentes artefactos que cuentan con esta nueva tecnología; el reto ahora es imponerlos en el mercado internacional, dándole continuidad a los proyectos que hasta el momento se vienen realizando.

 

La pretensión de Brasil es bastante ambiciosa, pues intentan acelerar descubrimientos aplicables a la medicina, la agricultura, el medio ambiente y la economía, y para esto cuentan con especialistas en diferentes campos relacionados con la nanotecnología: físicos, químicos, biólogos, matemáticos e ingenieros. Los resultados de todos estos procesos se han visto reflejados en herramientas como catalizadores para la industria química, nuevos sistemas terapéuticos para el área farmacéutica y materiales nanoestructurados para aplicación en pinturas y termoplásticos, así como nanocarreadores en polvo, para aplicación de antinflamatorios con menores riesgos de efectos colaterales, según el Sector Comercial y de Turismo del Brasil.

 

Biocombustibles en Colombia

 

Por otra parte, Colombia no es ajena al compromiso asumido por países como Brasil frente a la ciencia y la tecnología. Dadas las excelentes condiciones geográficas y la gran biodiversidad con la que cuenta el territorio colombiano, entidades como la Federación Nacional de Biocombustibles han diseñado proyectos con una visión clara acerca de la responsabilidad que tenemos con el medio ambiente.

 

Arturo Infante Villareal, gerente del Programa Nacional de Biocombustibles aseguró que esta entidad se ha propuesto diferentes retos para desarrollar desde el momento en el que fue creado en 2003, y aunque aún falta mucho por realizar, lo que se ha logrado hasta la actualidad ofrece un panorama bastante alentador para el futuro.

 

Dentro del Programa Nacional de Biocombustibles se pueden distinguir dos grandes proyectos, el alcohol carburante y el biodiesel. El primero de ellos consiste en la oxigenación de la gasolina motor para mejorar la combustión interna de los motores y reducir la producción de gases de invernadero; este proceso se hace agregando a las gasolinas compuestos oxigenantes, algunos de los cuales son de origen químico.

El segundo (biodiesel), es un combustible renovable derivado de aceites vegetales o grasas animales y se utiliza en vehículos que cuentan con motores diesel como camiones, buses y tractores.

 

El territorio nacional cuenta con múltiples ventajas en cuanto a biocombustibles y energía, pues existen amplias reservas de carbón y es autosuficiente en energía renovable. Además de lo anterior, la posición geográfica, la disponibilidad de tierras, la riqueza hídrica y la enorme biodiversidad, hacen de Colombia un territorio apto para el procesamiento de estos productos.

 

El territorio nacional cuenta con muchos terrenos aptos para este tipo de cultivos que aún no han sido explotados, para esto se necesita el apoyo de entidades públicas y privadas como la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma) y la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), comprometidas desde el comienzo con este proyecto: “Se espera que para el año 2020 estén sembradas cerca de un millón de hectáreas con caña de azúcar para la producción de etanol y dos millones de palma de aceite para biodiesel, esta inversión podría costar alrededor de unos siete u ocho millones de dólares, por eso es tan necesario el apoyo económico privado y público”, afirmó Arturo Villareal.