Salud España , Salamanca, Martes, 15 de mayo de 2012 a las 18:33

“No se muere de viejo, se muere de enfermedad y, con frecuencia, de una enfermedad cardiaca”

El catedrático de Medicina Cándido Martín Luengo ha presentado el Congreso de Cardiología de Estudiantes 2012, que abordará investigaciones sobre enfermedades cardiovasculares en la vejez

EFB/DICYT Mañana, miércoles 16 de mayo, da comienzo en Salamanca el Congreso de Cardiología de Estudiantes, CARES 2012, dirigido por el catedrático de la Universidad de Salamanca Cándido Martín Luengo. Las ponencias y mesas redondas, que se desarrollarán hasta el viernes en la Facultad de Medicina, tendrán como eje temático las enfermedades cardiovasculares en la vejez, con el fin de hacer comprender al alumno, futuro médico, la importancia de la investigación y de una formación continua para su próxima actividad profesional.


Conocer que una edad avanzada no es una limitación definitiva para la aplicación de diversos tratamientos, contactar de primera mano con las distintas alternativas terapéuticas o atender a la prevalencia, importancia e incidencia de las enfermedades cardiovasculares son otros de los objetivos que se pretenden cubrir con el Congreso de Cardiología, un congreso “diferente”, según Martín, “hecho por los alumnos, para los alumnos”.


“La vejez es un factor de riesgo no modificable para contraer enfermedades cardiacas, pero este fenómeno no es sinónimo de enfermedad, discapacidad o dependencia. Por ser viejo no se va a estar enfermo”, ha comentado en declaraciones recogidas por DiCYT. “No se muere de viejo, se muere de enfermedad y, con frencuenca, de una enfermedad cardiaca”, agrega.

 

Bajo esta premisa, la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca acogerá diferentes conferencias en las que participarán, entre otros; José  Ramón González Juanatey, catedrático de cardiología en la Universidad de Santiago de Compostela y presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología; Juan Macías, experto en Medicina Geriátrica; y Alfonso Domínguez-Gil Hurlé, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Salamanca. “Estamos haciendo médicos y estamos haciendo médicos que estén bien informados”, comenta Martín.
 

Actividades complementarias

 

El Congreso contará con tres actividades complementarias “de suma importancia”, cuenta el catedrático. Una de ellas consiste en la presentación de diferentes trabajos por parte de 13 estudiantes de los cuales seis optarán a un suculento premio, “tras ser calificados por el comité científico. El primer premio consistirá en una beca que financie la preparación del MIR del ganador”.
 

También se presentarán distintos casos clínicos, llevados a cabo por los alumnos y comentados por los profesores, en los que se hará especial hincapié en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares. “Se trata de dos casos clínicos que se resuelven sin intervenciones quirúrgicas y un caso en el que se tendrá que llevar a cabo una cirugía cardiaca a corazón abierto”, declara. Los casos, procedentes del Hospital Universitario, se mostrarán en público y se realizará un debate de cada intervención en el que se calcularán sus diferentes riesgos.
 

Por último, el viernes se llevará a cabo un taller de resucitación cardiopulmonar en el que los asistentes podrán aprender a usar un Desfibrilador Externo Semi Automático (DESA). “En caso de presenciar una parada cardiaca el tiempo de diagnóstico es trascendental. Enseñaremos cómo debe actuarse en ese caso, y el funcionamiento de este desfibrilador, muy frecuente en la actualidad en lugares donde se dan grandes concentraciones de personas o áreas deportivas”. La Escuela de Urgencias y Emergencias del Castilla y León, IECSCYL, será la encargada de impartir el curso de reanimación cardiopulmonar, según cuenta José Luis Fernández Maya, presidente del comité organizador del congreso.
 

El número de inscritos hoy ya había duplicado el registrado el año pasado, un aumento que también se ha dado en el número de ponencias, que en esta edición llegan a 13.
 

“Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro país y en nuestro entorno, tienen una alta prevalencia en la población general, lo que se traduce en una importante demanda de recursos, atención y de tratamiento”, concluye Martín.