Nuevos marcadores moleculares ayudarán al diagnóstico precoz del cáncer oral
Elena Rodríguez Montes/DICYT El cáncer oral es el único que en los últimos años, no sólo no ha conseguido reducir su mortalidad, sino que ésta ha aumentado. Desde 1950 las estadísticas revelan que el grado de mortalidad del cáncer oral cada vez es mayor; de hecho, el último estudio realizado que data del año 2004, pone de manifiesto que en España mueren cada día 30 personas por esta causa y se estima que cuando finalice 2009, el número de cánceres orales diagnosticados en nuestro país será de 10.000. Por este motivo, 25 odontólogos y estomatólogos de Burgos se han sumado a una campaña de carácter nacional que arranca el próximo lunes 26 de octubre con el fin de reducir su incidencia, que registra una mortalidad de entre el 50 y el 70% de los casos a los cinco años de ser diagnosticados. Una incidencia muy alta que se debe, en parte, a que el diagnóstico se está haciendo demasiado tarde.
El diagnóstico precoz resulta clave a la hora de prevenir el cáncer oral. En realidad, como ha explicado a DiCYT el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Burgos, Alfredo Aragüés, habría que diferenciar entre prevención primaria y secundaria. La prevención primaria se basa en hábitos de vida saludables, empezando por no fumar ya que este hábito es el responsable del 90% de los cánceres orales. De hecho, si un fumador abandona el tabaco durante tres años, el riesgo de padecer cáncer oral se reduce a la mitad. También es importante mantener una correcta higiene bucal, evitar una exposición exagerada al sol (para prevenir el cáncer de labio), hacer ejercicio físico, llevar una alimentación rica en frutas y verduras y acudir a revisiones orales cada seis o doce meses.
La prevención secundaria es el diagnóstico precoz. Las últimas investigaciones que se desarrollan en este sentido hablan de marcadores moleculares, es decir, de determinados contenidos del ADN, que podrían revelar la capacidad potencial de malignización de una lesión precancerosa en la cavidad bucal. Es decir, el objetivo es encontrar nuevos marcadores, más específicos, que contribuyan a determinar el grado de alteración celular y el grado de degeneración maligna de una lesión precancerosa. Sin embargo, el doctor Aragüés, advierte que aunque esta correspondencia está en fase de estudio, probablemente “nunca se llegue a determinar una relación estrecha o directa entre un marcador molecular y una lesión maligna”. A pesar de esto, dar con esos marcadores permitiría poner sobre aviso al paciente para que se someta a controles más frecuentes de lo habitual con el fin de conseguir la detección precoz del cáncer.
Entre los diferentes tipos de tumor oral que existen, los de mayor incidencia son el cáncer de lengua, el cáncer de suelo de boca y el cáncer de labios, por este mismo orden. Este tipo de tumores aparecen en forma de herida o yaga, otras veces se presentan como manchas o puntos de color rojo o blanco. En la boca, se nos producen heridas a menudo provocadas por un mordisqueo por ejemplo, pero estas heridas, apunta Aragüé, “desaparecen o mejoran significativamente en el plazo de quince días. Si después de este período de tiempo la lesión se mantiene, debemos visitar al especialista para que la valore y empiece a tratarla cuanto antes, en el caso de que la lesión sea maligna”.
Campaña Nacional de detección precoz del cáncer oral
La prueba definitiva para el diagnóstico del cáncer oral es la biopsia, por eso una de las claves de la campaña que se va a desarrollar entre el 26 de octubre y el 6 de noviembre, se apoya en un convenio entre el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos de España y la Sanidad Pública para que los especialistas canalicen a los pacientes con lesiones susceptibles de estudio al sistema público de salud. En esta campaña participan un total de 3.000 dentistas voluntarios que han recibido una formación específica para diagnosticar estas lesiones. Así, estos especialistas atenderán de forma gratuita a las personas que deseen someterse a una revisión basada en un examen visual y en la palpación de la cavidad oral.
Los estudios se centran también en identificar factores de riesgo y hasta el momento los principales son el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, que unidos hacen que el riesgo de padecer cáncer oral se multiplique por cien. Todos los esfuerzos van dirigidos a controlar estos usos desde la adolescencia ya que cada vez son más los cánceres que se diagnostican en estas edades y aunque la mayoría están relacionados con el virus del papiloma humano, los tumores producidos por el tabaco y el alcohol, como cáncer oral, cada vez tienen una edad más joven de incidencia pasando de los 65 a los 40 años.