Alimentación México , México, Jueves, 15 de mayo de 2014 a las 17:21

Obtienen una leguminosa que genera su propia fertilizaci贸n

La UNAM emplea bacterias que se incorporan a la planta para reducir el uso de productos qu铆micos

AGENCIA ID/DICYT Especialistas del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) obtuvieron una planta que cuenta con propia biofertilización, y para ello, unieron la bacteria Rhizobiun (que es un biofertilizante) con la leguminosa Leucaena leucocephala, rica en proteínas que de manera común en el país se le conoce como huaje.


En particular, la UNAM trabaja con Leucaena porque son árboles de crecimiento rápido, leguminosas que tienen el récord más alto de fijación de nitrógeno en el mundo. Pueden fijar hasta 242 kilos de nitrógeno por hectárea en un año, lo que constituye una fertilización considerable, similar a la que se requiere para cultivos de caña de azúcar.

 

LaLeucaena continuamente tira hojas que sirven como fertilizante para el suelo, donde pueden crecer otras plantas.


Al respecto, la doctora Esperanza Martínez Romero, titular de la investigación y responsable del Programa de Ecología Genómica de la UNAM en Cuernavaca, Morelos, explicó que comenzaron a trabajar con leguminosas nativas del país como son el frijol y la Leucaena.


“Nuestra propuesta es investigar bacterias que permitan a las plantas crecer en condiciones pobres de nitrógeno y sustituir fertilizantes químicos nitrogenados. En este caso la bacteria Rhizobium se añadió a las plantas de Leucaena, lo que permitió crecer a la leguminosa con propia fertilización”, indicó.


Entre los rumiantes se ha comprobado que el ganado crece mejor si su alimentación se complementa con Leucaena, que es rica en proteínas, y hasta los humanos pueden comer las semillas de Leucaena. En México la Leucaena se utiliza en guisados como el muy nutritivo huaxmole. Sin embargo, tiene una gran concentración de mimosina, tóxica en grandes cantidades para los animales no rumiantes.


Otra virtud de la Leucaena es que crece de manera rápida con raíces profundas, con las cuales pueden aprovechar el agua de los mantos freáticos profundos sin necesidad de competir por el líquido de la superficie que se utiliza en los campos agrícolas. Además de fertilizar el suelo, también lo retiene porque sus raíces son profundas. Como muchas otras plantas, la Leucaena puede mantener una población de bacterias que reestructuran el suelo.


Luego de obtener estos resultados en la investigación “Identificación, evaluación y producción de Rhizobium para Leucaena”, la Fundación Produce de San Luis Potosí invitó al Centro de Ciencias Genómicas en Cuernavaca para trabajar de manera conjunta. Y en el Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México comenzaron a producir cepas de la bacteria para las plantas de Leucaenaque se van a utilizar como complemento alimenticio del ganado en dicho estado.


La especialista detalló que el trabajo experimental se llevó a cabo en Cuernavaca, Morelos, y la recolección de las plantas en San Luis Potosí. Seleccionaron las mejoras plantas de Leucaena de la región y antes de llevar las bacterias al campo las identificaron y caracterizaron, porque es muy importante saber qué bacterias se añadirán a un cultivo, ya que de no hacerlo de manera correcta pudiera tener consecuencias; por ejemplo, ocasionar enfermedades en humanos.


El proyecto, coordinado por la máxima casa de estudios, consiste en divulgar la información sobre biofertilizantes. La Fundación Produce reúne a los agricultores y productores, los investigadores les dan pláticas y además patrocinan parcelas experimentales. La siguiente parte del proyecto en San Luis Potosí –explicó la doctora Martínez Romero- es entregar a los agricultores bacterias inoculantes para incorporarlas al campo.


Además de las plantas de San Luis Potosí, los investigadores de la UNAM, recolectaron y aislaron Leucaena en Puebla, Morelos, Yucatán y Veracruz entre otros estados. En la propuesta de biofertilizar a México ya participan 19 estados del país. La meta de la Fundación Produce y la UNAM es biofertilizar a México y prescindir de fertilizantes químicos nitrogenados, además de aprovechar el patrimonio de bacterias y microorganismos que tenemos en México.