Alimentación España , Madrid, Jueves, 29 de abril de 2010 a las 15:43

Prueban la teoría darwinista en la población de gaviotas del vertedero de Mallorca

Un equipo del CSIC aprovechó el uso de aves de cetrería para controlar la población de gaviotas en el lugar y comprobar que ‘sobrevive el más apto’

CSIC/DICYT De todos los descubrimientos que se atribuyen al naturalista Charles Darwin, uno de los más citados se resume en el aforismo “sobrevive el más apto”. Aunque aceptada por la comunidad investigadora, existen escasas evidencias científicas que prueben esta hipótesis, dado que resulta complicado determinar en qué estado se hallan, por ejemplo, las presas de un depredador. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han aprovechado los trabajos para reducir la población de gaviotas en el vertedero de Mallorca, donde se emplearon aves de cetrería, para aportar pruebas empíricas a los planteamientos darwinistas.


Las conclusiones del trabajo, que aparecen publicadas en la revista PLoS ONE, prueban que los depredadores cazaban gaviotas jóvenes, menos diestras a la hora de volar y más débiles. También escogían como presas ejemplares con deformaciones corporales e, incluso, serias patologías internas inapreciables para el ojo humano pero sí para los animales de cetrería. Otro resultado destacable, a juicio de los investigadores, es que los halcones y los busardos soltados no sólo cazaban a los animales flacos, sino también animales obesos con niveles de grasas anormalmente elevados.


El trabajo ha sido liderado por la investigadora del CSIC Meritxell Genovart, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares). La propia Genovart amplía el punto de partida de la investigación: “No sólo resulta difícil saber la situación física de las presas. Es preciso cotejar estos datos con los animales que sí lograron sobrevivir para evaluar si efectivamente éstos son más sanos que las víctimas”.

 

El equipo encontró por casualidad un campo de trabajo único para comprobar ambos extremos: El Servicio de Gestión de Residuos del Consejo Insular de Mallorca había decidido controlar el masivo número de gaviotas que acudía al único vertedero de la ciudad para alimentarse. Por un lado, sus responsables contrataron los servicios de un tirador que disparaba contra los animales de forma aleatoria y, de otro, se emplearon aves rapaces de cetrería para cazar gaviotas y conseguir un efecto disuasorio.
 

La combinación de ambos métodos aportaba información suficiente a los investigadores para corroborar la teoría de la supervivencia del más fuerte pues disponían de una muestra aleatoria de gaviotas matadas por el tirador y podían comparar el estado físico de las presas de los halcones y los busardos mediante un exhaustivo análisis veterinario, realizado por la Fundación Natura Park.