Salud Chile , Chile, Miércoles, 13 de octubre de 2010 a las 15:00

Psicólogos chilenos consideran que los mineros tendrán que "reconstruir sus vidas tras el rescate"

Especialistas de la Universidad Técnica Federico Santa María y de la Universidad Santiago de Chile analizan la situación

USM/USACH/DICYT El rescate más grande que se tenga registro. Eso es lo que están viviendo los 33 mineros atrapados en la mina San José en la Región de Atacama. El aspecto técnico para esta operación está listo, sin embargo, hay un elemento crucial para su pleno éxito: el aspecto psicológico de los rescatados.

 

Paulina Verdejo, psicóloga de Punto de Encuentro de la Universidad Técnica Federico Santa María, sostiene que “existen aspectos cognitivos y emocionales a tener en cuenta a la hora del rescate, ya que esta situación durará muchas horas y es necesario que los mineros mantengan pensamientos positivos, que se concentren en las imágenes que tienen de sus seres queridos, que logren visualizar su vida fuera de la mina, que piensen en lo que implica esa ansiada libertad, en el aire, la luz, entre otros”.

 

“El que se focalicen en estas imágenes les dará la fuerza y tranquilidad para afrontar este último paso. De este modo apartarán los pensamientos negativos que se puedan producir por el temor al encierro de la cápsula u otras eventualidades que pudiesen suceder”, enfatiza.

 

La sicóloga de la USM dice que “es conveniente que los mineros tengan una pequeña inducción en cuanto a estar preparados psicológicamente para encarar situaciones no previstas que puedan ocurrir dentro de la cápsula, enseñarles a manejar síntomas psicofísicos que puedan detonar su angustia o su ansiedad, como por ejemplo el control de la respiración”.

 

La vida fuera de las profundidades de la tierra

 

Verdejo señala que “la vivencia post mina va a ser distinta en cada minero, y afrontar esta vivencia va a estar determinada en las capacidades y habilidades que cada uno tenga para sobrellevarlo”. En cuanto a los problemas que se podrían suscitar luego del rescate, la profesional dijo que “pueden sufrir trastornos adaptativos, por estrés, del estado de ánimo, etc. Es por esto que es importantísimo realizar un acompañamiento psicológico tanto para el minero como para su familia, para así poder lograr una reinserción en la sociedad de la mejor manera posible ya que su cotidianeidad cambiará profundamente después de estos meses de encierro”.

 

Según Paulina Verdejo, el saber manejar el acoso mediático también es un punto fundamental. “En este renacer desde las profundidades del yacimiento San José, los mineros pasarán de ser personas anónimas a personas públicas, y se verán enfrentados a reconstruir su vida de un modo distinto al que estaban acostumbrados. Esto puede ejercer una presión innecesaria en algunos de ellos, ya que por la vivencia que tuvieron ya no serán los mismos previo al momento en que se quedaron atrapados”.

 

“Probablemente el acoso mediático va a gatillar diversas reacciones por parte de los rescatados, desde los que se sentirán cómodos con esto hasta los que se retraerán y pondrán los límites. Lo importante es que este tema no los desestabilice emocionalmente y que puedan pasar los procesos sicológicos que corresponden”, afirma.
 

 

Cambio de vida

 

La inminente salida de los 33 mineros atrapados marca el fin del encierro, pero el inicio de una nueva etapa en estos trabajadores. Para Sergio González, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), este accidente ha provocado una renovación en el sentido de la vida.

González explica que tras vivir una experiencia tan fuerte, se produce un quiebre biográfico, lo que se traduce en “una resignificación del proyecto de vida, su existencia y plantearse nuevos propósitos” en los trabajadores atrapados en la mina San José. Así, se explicarían las decisiones manifestadas por algunos de los mineros como el matrimonio o el cambio de oficio.

El psicólogo Usach aclara que los trabajadores sepultados están en una situación de estrés postraumático debido a la experiencia extrema por la que atravesaron y la adaptación a las condiciones de subsistencia.

De acuerdo al especialista, los trabajadores podrán contar la historia “cuando quieran y como quieran. Lo sano es que no se sientan impedidos en una lógica de retorno permanente y memoria sistemática a lo que ha sido su drama”. Frente a lo anterior, el psicólogo recalca que “antes que todo, los trabajadores son víctimas y es importante que ellos pongan los límites” frente al interés mediático por su intimidad.

Por otro lado, González advierte que tendrán que aprender a manejar y enfrentar los episodios de exposición venideros tanto por el interés de la prensa, como por la efervescencia social que provoca este rescate. El académico Usach asegura que para este acoso mediático los trabajadores y sus familiares “contarán con la dirección y contención dadas por los especialistas”.

Además, el acostumbramiento de los mineros a estos cambios requiere retomar la cotidianidad perdida y el rol de sus cercanos. “La familia tiene que dar el apoyo y afecto, permitir que vuelvan a domiciliarse y así recuperar la habitualidad de la vida normal”, apunta González.

Ansiedad por el rescate

 

Para González la ansiedad es totalmente normal frente al encierro y situación de desesperanza experimentada por los mineros atrapados. Este sentimiento se produce por el síndrome de activación en la sangre en donde aumenta la cantidad de adrenalina, como respuesta de preparación del organismo frente al rescate deseado por tanto tiempo.

De este modo, los responsables de la salud de los trabajadores están vigilando que el aumento de la presión cardiaca y la imposibilidad de sueño producto de la ansiedad no se transformen en obstáculos a la hora sacar a los atrapados desde el interior de la mina.

El especialista Usach precisa que este cuadro ansioso terminará recién una vez finalizadas las labores para sacar a los trabajadores.