Alimentación España , Valladolid, Lunes, 14 de junio de 2004 a las 20:36

Sanidad alerta sobre el riesgo de intoxicaciones alimentarias por bacillus cereus en verano

Este tipo de bacteria es especialmente peligrosa con el calor

BGA/DICYT La Junta de Castilla y León, a través de la Agencia para la Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, ha hecho públicas una serie de pautas destinadas a respetar las condiciones higiénico sanitarias más adecuadas para la manipulación de los alimentos durante el verano, época en que se produce un mayor número de intoxicaciones por el desarrollo de una bacteria conocida como bacillus cereus.

Según indica el organismo sanitario, la Junta desarrolla actividades de inspección en los establecimientos públicos para comprobar que se manipulan los alimentos de manera adecuada. Sin embargo, la manipulación casera también debe ser extremadamente cuidadosa con el calor, por lo que ha decidido dar algunas recomendaciones básicas que pueden seguir todos en sus casas.

Así, señala que las intoxicaciones más frecuentes están provocadas por el bacillus cereus, una bacteria que se encuentra en la naturaleza y en gran variedad de alimentos pero que, a no ser que encuentre las condiciones propicias para su multiplicación, no implica riesgos para la salud humana.

La multiplicación de este germen se puede dar especialmente cuando los alimentos de consumo son preparados con antelación y son consumidos horas más tarde, sin que se hayan guardado las oportunas normas adecuada de refrigeración. Los alimentos más expuestos son el arroz frito y hervido, las pastas alimenticias cocidas, carnes y vegetales tanto crudos como cocinados, cocidos, sopas, ensaladas, budines, natillas, brotes vegetales, leche cruda o en polvo, productos lácteos harinas y derivados de ésta, como el pan rallado.

Por ello recomiendan lavarse las manos antes de tocar cualquier alimento y evitar el contacto entre los alimentos crudos y cocinados para impedir el paso de gérmenes de los primeros a los ya preparados para su consumo.

Asimismo, también se señala la necesidad de cocinar bien los alimentos poniendo especial cuidado en que las temperaturas de ebullición y de fritura para que los efectos lleguen al centro de la masa de los productos.

Una vez cocinados, se recomienda consumirlos inmediatamente, ya que el tiempo transcurrido entre la preparación y el consumo es aprovechado por numerosos gérmenes para multiplicarse. En caso de no ser así, las sobras deben ser guardadas en recipientes cerrados o cubiertos mediante papel de aluminio o plástico alimentario. Estas sobras se deben colocar en la parte superior del frigorífico y, en caso de que se congelen, hacerlo cuanto antes.

Finalmente, cuando los alimentos son recalentados, se recomienda hervirlos durante varios minutos, asegurándose de que superan los 70 grados en el interior de la masa del alimento; y, en caso de que se mantengan las comidas en caliente durante un breve tiempo antes de consumirlas, hay que asegurarse de que lo hace a temperatura superior a 65 grados.