Salud España Salamanca, Salamanca, Viernes, 11 de enero de 2008 a las 17:21

Sesenta científicos preparan su traslado inminente al nuevo edificio del Instituto de Neurociencias de Castilla y León

Los 11 grupos de investigación mantienen en la actualidad 40 proyectos activos relacionados con el Alzheimer, el Párkinson y la esclerosis múltiple

José Pichel Andrés/DICYT Sesenta científicos de Salamanca están preparando su traslado inminente al nuevo edificio del Instituto de Neurociencias de Castilla y Léon (Incyl), al que sólo le falta el mobiliario y el equipamiento necesario. La previsión de los responsables es que a finales del próximo mes de febrero las nuevas instalaciones estén listas para recibir a los 11 de grupos de investigación que mantienen en la actualidad más de 40 proyectos activos relacionados con el Alzheimer, el Párkinson y la esclerosis múltiple.

 

"Nuestra intención es trasladarnos lo antes posible, aunque la preocupación es el día después, cuando afrontaremos la gestión de una gran cantidad de recursos humanos concentrados en un edificio de nueva planta", ha declarado a DICYT el director del Incyl, Miguel Ángel Merchán. El nuevo edificio, situado a las afueras de Salamanca, requiere mantenimiento y la contratación de nuevo personal, gastos que habrá que sumar a la inversión de 11 millones de euros ya realizada por la Universidad de Salamanca con el apoyo de la Consejería de Sanidad de la Junta. 

 

Relevancia internacional

 

"Calculamos un coste anual de mantenimiento muy alto y necesitamos el apoyo de la Comunidad Autónoma, porque creemos que puede ser un centro que le dé a Castilla y León una gran relevancia nacional e internacional en el campo de la investigación del sistema nervioso y eso es un valor añadido muy importante para la región", asegura Merchán.


En su opinión, el nuevo edificio aportará "un nivel de interacción mucho mayor entre todos los investigadores y un sentido de unidad, es decir, estaremos todos juntos en un lugar, coordinándonos con el objetivo de desarrollar nuestras líneas de investigación", indica Merchán. Un ejemplo de las mejoras es que las instalaciones que los científicos adscritos al Incyl tenían a su disposición hasta el momento ya no disponen de capacidad para admitir más animales transgénicos, mientras que el nuevo edificio tendrá su propio animalario. Asimismo, también contarán con nuevas infraestructuras e instrumentos, como el nuevo láser confocal multifotón, microscopía electrónica de alta resolución y, sobre todo, el banco de tejidos.

 

Colaboración

 

El traslado al nuevo edificio permitirá mantener todas las líneas de investigación actuales e ir incorporando nuevos objetivos. "Nos vamos a centrar en enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Párkinson, y en enfermedades inflamatorias, como la esclerosis múltiple, porque en este momento son las patologías más prevalentes en el campo de las neurociencias", indica Merchán. En ese sentido, los científicos del Incyl reforzarán sus vínculos con otras instituciones, como el Instituto Ramón y Cajal de Madrid o el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, "para coordinar nuestra actividad definiendo los modelos experimentales que tenemos para aspectos de neuroprotección", explica el director del centro.

 

El Incyl aglutina los esfuerzos de la Universidad de Salamanca, la Universidad de Valladolid y la Consejería de Sanidad, pero sólo está previsto que se trasladen al nuevo edificio los científicos que pertenecen a la institución académica salmantina, aunque muchos de ellos mantienen una estrecha colaboración y proyectos conjuntos con los investigadores vallisoletanos. Hoy por hoy, "el Instituto es fuerte en Biología de Sistemas, con especialistas en investigación básica en el campo de la visión, la audición y el olfato, y otras líneas de investigación aplicada que se desarrollan a partir de ellas", apunta Merchán.

 

El banco de tejidos como gran proyecto
El banco de tejidos es uno de los grandes proyectos que llegarán con el nuevo edificio del Incyl, en coordinación con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Salamanca. "Podremos disponer de tejidos humanos post mortem, puesto que la clave está en conseguirlos en un tiempo breve y tenemos la suerte de que se tendremos cerca un nuevo tanatorio con sala de autopsias para Medicina forense", afirma Merchán. El procedimiento consiste en congelar una parte de los cerebros y crear una base de datos a disposición de los investigadores, que realizarán peticiones para estudiar casos concretos con la supervisión de un comité de ética. En la actualidad sólo existen tres bancos de tejidos que sirven de referencia en España, dos en Madrid y uno en Barcelona, de manera que este proyecto "nos va a permitir entrar en red con ellos y con los bancos de otros países para intercambiar material y proyectos", declara el director del Incyl, añadiendo que este tipo de investigación "es muy escasa en el momento actual, pero ofrece resultados contundentes".