"Si el científico no comunica, la Ciencia sería inútil"
JV/DICYT El catedrático de Fisiología de la Universidad de Salamanca José Miguel López Novoa, ha asegurado la comunicación científica es "una disciplina que requiere formación especializada, tanto para periodistas como para los propios científicos e investigadores". El experto, que participa esta tarde en el curso ¡Comunica salud! Es sano, que se desarrolla en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia, ha destacado que los científicos, por lo general, no ven "clara la necesidad de comunicar los resultados de sus investigaciones a la sociedad, también por el miedo a que se interprete de otra manera lo que en realidad se quiere comunicar"y ha defendido la creación de departamentos de comunicación que elaboren con "mayor precisión y rigurosidad las informaciones de carácter científico".
José Miguel López Novoa ha manifestado a DiCYT que "el devenir de la comunicación científica tiene que pasar obligatoriamente por un balance entre la calidad científica y la calidad comunicativa, lo que supone un esfuerzo de las dos partes". En este orden, el catedrático de la Universidad de Salamanca destaca que los científicos "no tienen la formación precisa para saber comunicar bien sus investigaciones y avances, y para ello se necesitan cursos de formación y másters especializados que formen a profesionales de la Ciencia en técnicas comunicacionales". De igual manera, "los científicos y periodistas divulgativos tienen que asumir su papel de responsabilidad social en determinadas temáticas que pueden crear desconcierto en los consumidores de esa información", indicó López Novoa.
Gabinetes de comunicación
Para José Miguel López Novoa, cualquier institución o centro donde se desarrollen proyectos de investigación sanitaria "es muy importante disponer de un departamento de comunicación que profundice más en los aspectos comunicacionales que los investigadores asociados producen". Además, el experto apuesta por "una comunicación directa y periódica entre los investigadores y profesionales de la comunicación para elaborar informaciones que contemplen los parámetros indiscutibles de la divulgación científica y los propios del periodismo tradicional".
Por otro lado, "la comunicación interna también es esencial para el desarrollo de la comunicación científica. Por ejemplo, si el director de la investigación no sabe comunicar a sus compañeros los objetivos, intenciones y propósitos de los proyectos, de ninguna manera se podrá comunicar al exterior con la misma claridad que si todos los miembros son informados por igual", ha manifestado el investigador. Además, ha señalado que "la sociedad recibe mucha información de opinadores, que no son expertos en la materia pero que son, en muchas ocasiones, los únicos portavoces de los logros científicos. Por esta razón, los científicos debemos aprender a reclamar informaciones erróneas", señaló el experto.