Ciencia España , Zamora, Jueves, 02 de diciembre de 2004 a las 19:47

Técnicas forenses para recuperar el pasado

La Asociación de la Memoria Histórica utiliza análisis clínicos en los procesos de exhumación de represaliados

AR/DICYT La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que se ha presentado en Zamora, está estudiando nuevas exhumaciones de cuerpos de ciudadanos represaliados que fueron fusilados durante la Guerra Civil o en la posguerra en la provincia. Para certificar la identidad de los cadáveres, los miembros de la asociación incorporan a las labores de recuperación técnicas arqueológicas, a las que les sigue un análisis antropológico y forense que lleva a cargo la Universidad del País Vasco.

 

Raimundo Martín, zamorano y presidente de la asociación, asegura a DICYT que en la exhumación se utiliza un procedimiento arqueológico aunque, puntualiza que “no se trata de hacer excavaciones arqueológicas”. Sólo en el cementerio de la capital pueden encontrarse restos de 815 personas.

Una vez que los cuerpos son exhumados se recogen mediante procedimientos arqueológicos, es decir, enumerando, fotografiando y anotando cada uno de los objetos (huesos, ropas, enseres personales, etc.) que se encuentran en las fosas comunes. A continuación, son trasladados a la Cátedra de Medicina Forense dela Universidad del País Vasco, en el Campus de San Sebastián. “Allí son objeto de un estudio exhaustivo antropológico y forense por parte del equipo del doctor Echeverría Gabilondo”, comenta el presidente de la asociación.

En estos exámenes se estudia absolutamente todo lo que se encuentra, incluso “a los proyectiles se les hace un examen balístico”. Estos análisis dan la oportunidad a las familias de asegurar en un cien por cien si el cadáver encontrado pertenecía realmente a su familia. En algunos casos no es necesario llegar a practicar la prueba del ADN "porque tenemos información de cómo fueron enterrados e incluso los familiares reconocen los objetos personales”. Pero en otros, el cuerpo está a veces tan deteriorado “a causa de las posibles torturas” que es necesario practicar la prueba. “Hoy en día el análisis del procedimiento del ADN mitocondrial es tan perfecta que da una seguridad del 98%”, asegura Martín. El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica explica que también son muy importantes todas las evidencias previas y la investigación ya que “tiene que haber bases sólidas que justifiquen el análisis antropológico”.

En la provincia de Zamora sólo se ha llevado a cabo una exhumación, en la localidad de Benegiles, donde tres personas (entre ellas el abuelo de Raimundo Martín) fueron asesinadas y enterradas en una fosa común. Pero la asociación ha realizado varias en toda Castilla y León. Además, está realizando un archivo propio con relatos que cuentan las personas que actualmente rondan los 84 y 87 años de edad y que ellos llaman “donantes de memoria”. Para difundir los objetivos de la agrupación, se celebrarán en la capital unas jornadas sobre la memoria histórica en las que se contará la historia de Los tres de Benegiles. A juicio de Martín, “es importante hablar con nombres, apellidos y caras”. El objetivo es organizar grupos de trabajo y editar los resultados obtenidos que, en su opinión, "tienen una utilidad histórico-científica”.

El equipo de arqueólogos y forenses de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica está “a disposición de todos los familiares que quieran recuperar los restos de sus seres queridos”. Actualmente existen muchas demandas de exhumaciones en cementerios de la provincia. La agrupación tiene un listado de entre 1.200 y 1.600 nombres de personas que fueron asesinadas en toda la provincia. En total, se calcula que en Zamora murieron torturadas y fusiladas cerca de 6.000 personas, de las que 600 eran mujeres.