Alimentación España , Valladolid, Viernes, 15 de enero de 2010 a las 11:12

Un estudio comprobará la eficacia del ganado caprino en la prevención de incendios

La Asociación de Propietarios Forestales de Valladolid evaluará si es rentable para apoyar tratamientos como la apertura de fajas o cortafuegos

Cristina G. Pedraz/DICYT La Asociación de Propietarios Forestales de Valladolid (Asfova), a través de la cofinanciación de la Fundación Biodiversidad, determinará en un estudio la eficacia del ganado caprino en la prevención de incendios en superficie forestal privada de la Red Natura 2000. En concreto, el proyecto se llevará a cabo en las cercanías de Quintanilla de Onésimo, dentro del espacio natural El Carrascal. Según Miguel Rodríguez, uno de los coordinadores del estudio, la cabra constituye una alternativa “sostenible” para desbrozar los montes y evitar la propagación del fuego, al tiempo que esta actividad ganadera puede servir para fijar población en el medio rural.

 

A juicio del técnico, el abandono de la explotación de las matas leñeras y la nula explotación ganadera extensiva de los montes y pastos en la provincia de Valladolid y en el resto del país, deriva en el aumento de coberturas vegetales trabadas con un alto grado de continuidad horizontal y vertical que aumentan el riesgo de propagación incendios forestales. De este modo, existe una necesidad “imperiosa” de limpiar los montes, algo que en la actualidad realizan cuadrillas de trabajadores y supone un alto coste.

 

“Antes, cuando existía esta actividad ganadera, los montes estaban limpios. Ahora hay que invertir mucho dinero ya no sólo para prevenir incendios, también para extinguirlos cuando se producen”, advierte. Tras conocer que se llevan a cabo iniciativas similares en otras comunidades, como Cantabria, Andalucía y Galicia, incluso en la Sierra de Gata (Salamanca), la Asociación ha puesto en marcha el proyecto, con el que esperan “cuantificar el tiempo de estancia de ganado y la carga ganadera, es decir, el número de cabras que se necesita por hectárea para desbrozar una superficie determinada”. Además, evaluarán los costes de esta actividad y los compararán con los de las cuadrillas con el fin de determinar si el ganado caprino reduce la inversión económica.

En cuanto a la zona donde se llevará a cabo el estudio, esta compuesta aproximadamente “de un 90 por ciento de encimas y de un 10 por ciento de pino piñonero”. El sotobosque, por su parte, cuenta con rebrote de encima y alguna jara. En este sentido, Miguel Rodríguez señala que las masas de encima rebrotan con el tiempo y es necesario volver a acometer tareas de limpieza, con el coste que ello supone.

 

“Lo interesante de las cabras es que es uno de los pocos animales que puede comer vegetación leñosa. Precisamente, el tipo de vegetación que le gusta es aquella que queremos controlar en el monte”, subraya, al tiempo que añade que la tarea de desbroce “es algo que siempre han hecho los rebaños”. En estos momentos, los técnicos están buscando las cabras apropiadas para iniciar el estudio, una tarea nada fácil debido a que el ganado de cabras se ha abandonado en los últimos años. “Necesitamos cabras muy rústicas porque van a estar todo el tiempo en el monte”, precisa el miembro de Asfova.

 

Tres áreas diferentes

 

Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es que la zona a estudio se divide en tres partes bien diferenciadas. Una se trató entre 2005 y 2006, otra entre 2007 y 2008 y la última nunca ha sido acometida. De este modo, los técnicos tendrán tres tipos de rebrote para comparar y extrapolar datos, así como cercos móviles para mover a las cabras por tipo de masa y estación del año. “Las cabras van a pasar por todas las masas en todas las épocas del año para obtener una fiabilidad estadística alta”, asegura, lo que servirá para establecer cuántos animales son necesarios para desbrozar un monte en una determinada época del año y en cuánto tiempo se emplearía.

 

Para ello, un pastor local concentrará al rebaño en los lugares indicados hasta que los criterios técnicos recomienden su retirada (si los animales están mucho tiempo pastando pueden dañar al arbolado adulto). Con el fin de facilitar el trabajo al pastor y localizar mejor las zonas de actuación, los cercados móviles estarán provistos de pastores eléctricos, donde el ganado pastará acompañado de mastines sin necesidad de ser vigilado continuamente.

 

Los datos que se obtengan, además, podrán ser orientativos para poner en práctica un posible negocio. En Estados Unidos hay empresas que se dedican a esta labor, que puede ser una alternativa viable en el medio rural. “Creemos que la cabra es una buena herramienta para hacer desbroces y apoyar tratamientos clásicos antiincendios como son la apertura de fajas, los cortafuegos o las quemas controladas”, recalca el coordinador del proyecto.