Salud España , Segovia, Jueves, 05 de marzo de 2009 a las 17:40

Un estudio revela nuevos aspectos de hiperactividad y déficit de atención

Una investigación de Segovia mide la actividad cerebral de las alteraciones emocionales

Sara Ayuso Delgado/DICYT Sara López-Martín y Jacobo Albert Bitaubé, licenciados en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, han dado el primer paso para cubrir algunos aspectos poco estudiados del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (de forma abreviada TDAH). La financiación de Caja Segovia ha permitido realizar este estudio sobre una patología de origen neurológico caracterizada por una amplia variedad de síntomas entre los que destacan la inatención, la hiperactividad y la impulsividad.

 

Gracias a una beca de investigación concedida por la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, han realizado un estudio sobre esta cuestión y publicado sus conclusiones en el libro Alteraciones emocionales en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad: índices neurales y conductuales, en el que, como novedad, aportan datos sobre las alteraciones emocionales en el TDAH, empleando para ello, no sólo las tradicionales medidas conductuales, sino también, y aquí radica la innovación, medidas de actividad cerebral.

 

El 5% de los niños de todo el mundo padecen TDAH y, de ellos, un 50% continuarán presentando el trastorno en la vida adulta. La impulsividad y la falta de atención suelen persistir durante la madurez. Sin el correcto tratamiento, que debe incluir un diagnóstico precoz y la puesta en marcha de medidas farmacológicas y psicológicas, el TDAH puede generar fracaso escolar y problemas en las relaciones personales.

 

Limitaciones

 

Los tratamientos actuales sólo inciden en los problemas cognitivos relacionados con la atención o la planificación. Sin embargo, diferentes estudios sugieren que los afectados tienen importantes dificultades para reconocer y controlar las emociones. La principal limitación de estas investigaciones es que sólo han empleado medidas conductuales que se observan a simple vista y, por tanto, se carecía de información sobre las bases cerebrales de los problemas emocionales en el TDAH, algo que este estudio trata de superar.

 

Para ello, los científicos midieron las alteraciones emocionales observando la actividad cerebral en un experimento en el que participaron un centenar de niños, algunos con el trastorno y otros como grupo de control sin él, que viene a demostrar que los problemas de percepción de las emociones son un síntoma primario en los pacientes con este trastorno.

 

Estas primeras conclusiones tienen aplicaciones teóricas y prácticas. Desde una perspectiva teórica, es necesario incorporar las alteraciones emocionales en el diagnóstico del TDAH. Desde un punto de vista práctico, el tratamiento debe atender a los problemas cognitivos, pero también a los emocionales. "La clave del TDAH está en el cerebro”, explican los investigadores. “Conocer de una manera rigurosa y sistemática las bases neurales implicadas en las alteraciones emocionales en el TDAH será el primer paso para elaborar herramientas diagnósticas y, posteriormente, diseñar tratamientos para reducirlas”, explican.

 

El origen neuronal de la actividad emocional 

“Mediante el empleo de una técnica de estudio de la actividad cerebral, los potenciales evento-relacionados, y el uso de un algoritmo de localización del origen neural de la actividad, exploramos en qué momento y dónde se producen las anomalías neurales implicadas en los problemas de regulación emocional mostrados por estos niños”, explican los investigadores. Los datos recogidos de los más de 100 niños y adolescentes con y sin TDAH indican que los niños afectados tienen, a diferencia de los niños sin el trastorno, dificultades para regular sus emociones, las cuales se manifiestan tanto a nivel conductual como cerebral.

 

Estas alteraciones se observan, tanto en términos temporales como anatómicos, en etapas muy tempranas del procesamiento, por lo que parecen constituir un problema primario del trastorno. "Este estudio se ha llevado a cabo durante el año pasado en el laboratorio de Neurociencia cognitiva y afectiva de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y es el comienzo de una serie de investigaciones que llevaremos a cabo en los próximos años sobre el TDAH, señalan".

 

Y es que aún queda mucho camino que recorrer y muchos vacíos que cubrir en el estudio de las alteraciones emocionales en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. “Por ejemplo, carecemos de datos suficientes para saber si los problemas en la autorregulación emocional son exclusivos del subtipo combinado o, si por el contrario, están presentes en todos los subtipos del TDAH”.

 

Del mismo modo, “sabemos muy poco sobre los efectos de los tratamientos farmacológicos sobre el control emocional de los niños y adolescentes". Una puerta que se podría explorar en el futuro es analizar si los principales medicamentos para normalizar los déficit cognitivos del TDAH son también útiles para reducir las alteraciones neurales y conductuales relacionadas con los déficit afectivos, ya que los resultados de esta investigación se obtuvieron en niños con TDAH que no se encontraban bajo el efecto de la medicación.