Espacio España , Salamanca, Miércoles, 20 de febrero de 2013 a las 14:57

Un estudio sobre radiación cósmica aporta datos para futuras misiones espaciales tripuladas

El investigador español Manuel Aguilar Benítez de Lugo participa en Salamanca en el Encuentro Fronteras de la Ciencia ‘Tiempo de Física’

JPA/DICYT Uno de los grandes problemas que impiden al ser humano emprender grandes aventuras espaciales, como un viaje a Marte, es el desconocimiento de los rayos cósmicos, partículas del espacio exterior de gran energía que podrían resultar peligrosos para los astronautas si se someten a una exposición prolongada. En la actualidad, un experimento que se desarrolla en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) investiga las características de esta radiación, según ha explicado hoy en Salamanca el investigador español Manuel Aguilar Benítez de Lugo, uno de los principales responsables de este gran proyecto, que involucra a 600 especialistas de 16 países.

 

En mayo de 2011 el trasbordador Endeavour llevó hasta la ISS el instrumento AMS (Espectrómetro Magnético Alpha), un detector de 7´5 toneladas diseñado para realizar experimentos de física de partículas en el contexto de un entorno espacial agresivo. Este aparato puede realizar “medidas muy precisas y de larga duración de la radiación cósmica”, ha explicado en declaraciones recogidas por DiCYT Manuel Aguilar Benítez de Lugo, director de Investigación Básica en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) hasta el pasado mes de octubre, cuando empezó a trabajar en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN).


“En casi 20 meses hemos coleccionado 30.000 millones de rayos cósmicos y estamos estudiándolos”, señala. El interés práctico de esta investigación se centra en futuros proyectos espaciales.” Hay que conocer bien cuáles son los rayos cósmicos, su intensidad y sus características para saber hasta qué dosis se van a encontrar los astronautas en misiones tripuladas de larga duración”, afirma.

 

Materia oscura y antimateria


Sin embargo, el experimento tiene también un aspecto más teórico que se sitúa en la vanguardia de la investigación científica. “El estudio de los rayos cósmicos sirve para investigar la materia oscura, que es la parte más abundante de la materia que hay en el universo” y se llama oscura porque, a diferencia de la materia ordinaria, no emite ni absorbe radiación electromagnética.


Por otra parte, otro objetivo es detectar antimateria cósmica en el Universo. “La teoría del Big Bang nos dice que cuando se crea el Universo, hace cerca de 14.000 millones de años, se tuvo que crear igual cantidad de materia que de antimateria, pero en la zona próxima a nuestra galaxia no hemos encontrado antimateria y no hay una explicación científica al respecto. Lo que queremos es extender esta búsqueda al confín del Universo”, agrega.

 

El investigador ha aportado todos estos datos y ha adelantado que en el plazo de unos 15 días aparecerá una publicación científica importante sobre el experimento del detector AMS en la Estación Espacial Internacional. Este instrumento se controla desde el CERN, en Ginebra (Suiza) Desde allí “somos capaces de transmitir órdenes para modificar algunos parámetros de funcionamiento del instrumento”, indica el experto. Los datos que recoge la ISS se transmiten a centros de investigación situados en Nuevo México y Alabama (Estados Unidos) y desde allí se remiten al CERN para su análisis. Por parte española, además del Ciemat, participa el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

 

En este gran proyecto internacional participan investigadores y centros de España, México, Portugal, Estados Unidos, China, Francia, Rusia, Finlandia, Dinamarca, Taiwan, Suiza, Italia, Corea del Sur, Rusia, Países Bajos y Alemania.

 

Dos días de Física

 

La conferencia de Manuel Aguilar Benítez de Lugo, ex vicepresidente del CERN, es sólo una de las que ofrece, entre hoy y mañana el Encuentro Fronteras de la Ciencia ‘Tiempo de Física’ de la Fundación Duques de Soria, que se celebra alternativamente en la Universidad de Salamanca y en la Universidad de Valladolid y que este año cuenta con más de un centenar de participantes y está apoyado por la Cátedra Iberdrola, la Oficina del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, el Instituto Universitario de Física Fundamental y Matemáticas de la institución académica salmantina y la Fundación General de la Universidad de Valladolid.


El presidente de la Fundación Duques de Soria, Rafael Benjumea Cabeza de Vaca, ha asegurado que una de las misiones de esta institución es intentar crear interrelaciones y contactos entre distintas personas en el mundo universitario y científico. Además, se mostró optimista ante las perspectivas de la ciencia española a pesar de la crisis económica, asegurando que es necesario realizar un análisis de cuáles son los campos científicos de mayor interés y “con una idea muy clara, que la Ciencia tiene que servir para el desarrollo de los países”. Por eso, considera que es importante la transferencia del conocimiento para la creación de riqueza.