Alimentación España , León, Viernes, 13 de febrero de 2004 a las 13:26

Un experimento de la Universidad de Le贸n demuestra que la repoblaci贸n con perdiz de granja no es viable

Tras ocho a帽os de pruebas se demuestra que la tasa de mortalidad de esta especie es muy elevada

BGA/DICYT La Finca Coto Bajo de Matallana, perteneciente a la Diputaci贸n de Valladolid, alberga desde hace siete a帽os un experimento de la Universidad de Le贸n, sobre la reproducci贸n de especies cineg茅ticas que ya empieza a dar sus frutos demostrando la inviabilidad de la repoblaci贸n mediante el uso de perdiz de granja.

En los 煤ltimos a帽os, el n煤mero de ejemplares salvajes de perdiz roja disminuye de manera alarmante, sin embargo, los intentos de repoblaci贸n de los cotos y espacios naturales se han mostrado ineficaces, puesto que no se ha conseguido mejorar las tasas de poblaci贸n de estos animales.

En este contexto surge el experimento realizado por la Universidad de Le贸n en colaboraci贸n con la Finca Coto Bajo de Matallana, que ha llevado a cabo diferentes emparejamientos para intentar conseguir la cr铆a en cautividad para su posterior suelta. Seg煤n indica el Jefe del Servicio de Medio Ambiente, Juan Antonio Olmedo, "se ha demostrado la diferencia en la supervivencia en libertad de los animales salvajes frente a los de granja".

El experimento consiste en la cr铆a en cautividad, a trav茅s de emparejamientos realizados en amplias jaulas situadas en zona de monte bajo de la finca. Estas jaulas son controladas mediante videos, que han permitido conocer mejor las costumbres reproductoras de los animales.

En el caso de las perdices salvajes, los ejemplares se han capturado un poco antes de su 茅poca reproductora, que es en febrero. Despu茅s se van emparejando, bien de manera forzada o dejando cierta libertad a los animales para que escojan.

Posteriormente, una vez han criado, se sueltan de nuevo. En el caso de los ejemplares salvajes, la tasa de supervivencia es la normal en estos casos (teniendo en cuenta que intervienen agentes externos como depredadores que pueden acabar con algunas perdices). Sin embargo, la tasa de supervivencia en los animales procedentes de granja se ha mostrado pr谩cticamente nula, ya sea porque son atacados por depredadores, ya porque son incapaces de buscar alimento en libertad.

En la actualidad, las experiencias reproductoras se est谩n centrando en perdices rojas salvajes y se han eliminado las de granja, no s贸lo por los escasos resultados, sino tambi茅n para evitar una posible contaminaci贸n gen茅tica, fruto de la introducci贸n de estos animales en un h谩bitat natural.

Los 煤ltimos resultados de 2003 muestran que se ha conseguido llegar a tener 28 parejas reproductoras con resultados, frente a las nueve parejas con las que comenz贸 el experimento en el a帽o 1995. En total, en la temporada pasada se han obtenido 240 perdices, de las cu谩les han sobrevivido hasta ahora 79, pese a los ataques depredadores.

Otras especies

El proyecto inclu铆a tambi茅n la recuperaci贸n de otras especies como el conejo de monte y la liebre ib茅rica, pero ambas experiencias han resultado infructuosas. En el caso de los conejos, debido a una incursi贸n de furtivos que termin贸 con los ejemplares y en el caso de la liebre ib茅rica (Lepus granatensis) debido a una fuerte epidemia de una enfermedad conocida como turalemia, que asol贸 la comarca hace cinco a帽os. Lo que s铆 se ha conseguido, es poder controlar los biorritmos de los conejos en semilibertad gracias a la introducci贸n de microchips en siete ejemplares que han dado datos de sus costumbres diarias.


 

Costumbres reproductoras de la perdiz roja
La perdiz roja, al igual que casi todas las especies animales, tiene sus propias costumbres reproductoras, que gracias a este experimento se est谩n empezando a conocer. As铆, se ha demostrado que es la hembra la que elige a su pareja y lo hace en funci贸n de dos variables fundamentales: el peso y la edad. Escoje los machos m谩s grandes y de m谩s edad.
Por otro lado, tambi茅n se ha demostrado que los emparejamientos forzados, tan s贸lo obtienen un 10% de 茅xito en la reproducci贸n, mientras que los voluntarios presentan un porcentaje de 茅xito m谩s elevado. Otro elemento comprobado es que las parejas que se repiten en los emparejamientos, obtienen un resultado mucho mejor, que los autores del estudio achacan a la experiencia y a la familiaridad con el proceso.