Tecnología España , Valladolid, Miércoles, 25 de enero de 2012 a las 17:42

Un grupo de la Universidad de Valladolid investiga nuevas aplicaciones de las TIC

Trabajan en la integración de tecnologías en campos donde aún no se estaban utilizando, así como en la mezcla de sistemas que permitan un valor añadido

Cristina G. Pedraz/DICYT Las tecnologías de la información y la comunicación (conocidas como TIC) son el conjunto de sistemas utilizados en el tratamiento y transmisión de informaciones. Su base, la electrónica, soporta el desarrollo de áreas tan influyentes en la sociedad actual como la informática, internet o las telecomunicaciones. El concepto TIC se ha convertido así en un recurso habitual del vocabulario de cualquier ciudadano, aunque detrás de él se encuentra un mundo en constante desarrollo. En este amplio campo trabaja un grupo de investigación de la Universidad de Valladolid, el grupo CIT (Comunication and Information Technologies), formado por cerca de 15 profesores e investigadores del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones e Ingeniería Telemática.

 

El coordinador del grupo, Javier Aguiar, detalla que son un equipo “peculiar” formado por investigadores multidisciplinares expertos en diferentes áreas. “Prácticamente tocamos todas las áreas relacionadas con las TIC. Así, no estamos focalizamos en una línea de investigación, sino que tenemos varias en función de las necesidades que nos van marcando las empresas con las que colaboramos o bien los objetivos estratégicos que establece Europa periódicamente en materia de investigación”, recuerda.

 

Esta adaptación a las necesidades existentes en cada momento se relaciona con la vocación del grupo de “autofinanciarse” a través de proyectos competitivos y contratos con empresas del sector de Castilla y León. “Nos dedicamos a la realización de proyectos competitivos en función de los objetivos que marcan los instrumentos para su financiación, que van variando a lo largo del tiempo, y también trabajamos habitualmente con empresas en materia de transferencia tecnológica. En este sentido colaboramos a través de dos vías, el desarrollo de proyectos públicos competitivos de investigación y peticiones de clientes bien cuando ellos identifican una necesidad o bien cuando nosotros detectamos una tecnología que puede ser beneficiosa para ellos”, detalla.

 

De este modo, el número de miembros del grupo varía en función de los contratos y proyectos en desarrollo, así como de los doctorandos que se encuentran haciendo la tesis. “En total solemos ser unas 15 personas. Ahora mismo hay unas cuatro personas haciendo la tesis y gente que ya la ha leído y sigue trabajando con nosotros. Intentamos que el paso por el grupo sea lo más estable posible”, asegura Aguiar.

 

Líneas de investigación

 

En cuanto a las líneas de investigación, el coordinador del grupo CIT explica que se centran en todo lo que tiene que ver “con la ingeniería y el despliegue de servicios, las aplicaciones software y las plataformas de despliegue que van por detrás”. Asimismo, en la actualidad trabajan en sistemas sensibles al contexto “que se adaptan a las necesidades del usuario según el contexto en el que se van moviendo”, y también en inteligencia artificial aplicada a distintos procesos de ingeniería.

 

“La inteligencia artificial es una tecnología madura y lo que hacemos es aplicarla a campos en los que aún no se estaba utilizando, como el de la eficiencia energética”, señala el investigador, quien añade que realmente no son “disruptivos” en ninguna tecnología, sino que lo que tratan es de “mezclar varias de forma que el valor añadido logrado sea mayor al de la suma de cada tecnología por separado”.

 

Una de las primeras líneas en las que empezó trabajando el grupo, hace más de 10 años, fue la provisión de calidad de servicio en redes de comunicaciones. En concreto, han colaborado en diversos proyectos internacionales relacionados con la provisión de calidad de servicio en redes de satélites como Icebergs, del V Programa Marco de la Comisión Europea, y Satsix, del VI Programa Marco. Posteriormente, indica el experto, “estas líneas fueron divergiendo hacia las necesidades de las empresas y de los proyectos competitivos”.

 

El grupo CIT ha colaborado con dos entidades internacionales con gran peso como la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). En este caso, trataron de proveer calidad de servicio en sistemas DVB-RCS, un estándar de comunicaciones interactivas por satélite. Tal y como precisa Javier Aguiar, “en general los satélites han estado pensados para broadcasting, es decir, para la difusión de la información, pero no pensados para que el usuario también pudiera enviar información y tuviera un canal de retorno”. El primer sistema algo “masivo” para acceder a posibilidad fueron los DVB-RCS y el grupo vallisoletano estudió “cómo proveer calidad de servicio en estos sistemas para que el usuario pudiera usar la red satélite y tener servicios interactivos”.

 

Por otro lado, el grupo ha cooperado con el Instituto Europeo ETSI, dedicado a la estandarización y regulación de normas, en la regulación de la evaluación en comunicaciones “cuando existe mucho ruido de fondo”. “Esto surge con la explosión masiva de los terminales móviles y el uso de manos libres, donde hay un ruido de fondo importante. Se trató de evaluar este tipo incidencias y proveer la calidad de servicio”, apunta el investigador.