Tecnología España León, España, Lunes, 17 de enero de 2005 a las 13:53

Un ingeniero mecánico castellanomanchego quiere sacar a la venta un nuevo modelo de silla de ruedas capaz de subir escaleras

Antonio González ha presentado su creación en un congreso sobre Ingeniería Mecánica celebrado en León

MJF/DICYT Conseguir rebasar cada escalón de una escalera sin perder la estabilidad necesaria y, en definitiva, hacer la vida más fácil a las personas con una minusvalía que no les permite andar. Este es el reto de la silla de ruedas que pretende sacar a la venta un ingeniero mecánico de la Universidad de Castilla la Mancha, Antonio González, creador de un nuevo modelo que funciona mediante un mecanismo de posicionamiento de ejes que posibilita salvar escalones, y que ha sido presentado en el Congreso de Ingeniería Mecánica celebrado en León. 

“Que sea más segura, más sencilla y más fácil de fabricar”. Estas son algunas de las máximas que se ha propuesto el ingeniero con la finalidad de que el precio de mercado de la silla sea barato y, de esta forma, asequible y accesible para un mayor número de personas. Según explica Antonio González, “he utilizado mecanismos sencillos e intentado evitar los complejos para que el precio final no fuera demasiado alto”.

Aún así, el dispositivo que ha ideado este ingeniero mecánico no tiene nada de sencillo. Se trata de un mecanismo doble preparado para realizar el ascenso de cada escalón de una escalera e incorporando, al mismo tiempo, la sujeción necesaria. Todo ello se consigue mediante un mecanismo de posicionamiento de ejes que primero desplazan la silla y luego la fijan a cada escalón.

El nuevo modelo es el resultado de casi dos años de trabajo intenso en los que se ha llevado a cabo una completa revisión de otros prototipos ya existentes para solventar sus defectos. Una vez realizado este estudio preliminar, se procedió a la fabricación de la nueva silla de ruedas. En un primer momento el material utilizado fue el acero pero, según precisa Antonio González, “daba problemas de rigidez y moldeabilidad”. Por este motivo, luego se optó por el aluminio, “que es más moldeable, pesa menos y es menos rígido”, detalla el ingeniero. También explica que el aluminio es un poco más caro pero evita la corrosión.

Las nuevas tecnologías han ocupado un papel importante a la hora de probar el modelo. El ingeniero señala que “hemos utilizado programas de simulación en ordenadores para ir probando los resultados obtenidos”.

La nueva silla de ruedas todavía no tiene un precio de venta concreto, pero Antonio González asegura que “en alta producción no sería caro”. El modelo que ha ideado utiliza una batería similar a la de un coche precisamente para abaratar costes. La investigación ha contado con una subvención de fondos europeos del programa Feder.