Tecnología España , Burgos, Miércoles, 05 de octubre de 2011 a las 16:42

Un líquido entre millones de opciones para capturar CO2

Optimizar las características de las prometedoras sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de un grupo de científicos de la Universidad de Burgos

Rubén Arranz/DICYT Las previsiones apuntan a que en los próximos años se incrementará el uso de combustibles fósiles en el mundo, unas fuentes de energía contaminantes cuyo uso provoca la emisión anual a la atmósfera de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). En los últimos años han surgido diversas investigaciones, muchas a iniciativa de los estados, que buscan modos eficientes de capturar este gas. Un grupo de científicos de la Universidad de Burgos trabaja con líquidos iónicos para lograr este fin. Ante la dificultad de encontrar el fluido adecuado dadas las millones de opciones existentes, analiza cuáles son las moléculas que conducen a las propiedades más adecuadas y, por tanto, hacen más efectiva la captura.

 

El grupo busca en su día a día combinaciones de iones de distintos tipos que sean capaces de absorber de forma adecuada el CO2. Los líquidos iónicos con los que trabajan, que en realidad son sales con un punto de fusión muy bajo, tienen unas propiedades muy distintas a la del resto de las sustancias químicas, lo que les hace “muy interesantes” para esta labor de captura, ha explicado el responsable del grupo, Santiago Aparicio.

 

Optimizar las características de las “prometedoras” sustancias con las que trabajan es uno de los empeños de estos científicos, quienes intentan que los líquidos iónicos, además de tener una capacidad de absorción de dióxido de carbono adecuada, presenten unas buenas características de viscosidad o de degradación térmica adecuadas, por ejemplo, ha manifestado.

 

Además de que los líquidos capturen el CO2 con una eficacia relativamente alta y de que el proceso sea lo más óptimo posible, el grupo de investigación indaga para lograr que este proceso se ejecute con el menor coste posible. “La captura del CO2 supone un sobrecoste económico a la electricidad”, por lo que tratamos “de que ese paso adicional que estamos añadiendo a la generación de electricidad” no incremente “más de un 20 ó un 30 por ciento” su precio, algo “ bastante complejo” con la tecnología actual, ha dicho.

 

Procesos

 

Una vez se encuentre el líquido iónico candidato, caben dos opciones para llevar a cabo la captura. Una de ellas sería disponer la sustancia en una torre de tratamiento donde el CO2 circule sobre el líquido y éste le absorba. El gas resultante, limpio de dióxido de carbono, sería emitido a la atmósfera, mientras que el CO2 retenido por el líquido iónico en el proceso sería “secuestrado” en yacimientos geológicos o utilizado como combustible en la industria. La segunda forma de proceder pasaría por situar el líquido iónico en cuestión en unas membranas sólidas y pasar el dióxido de carbono a través de ellas. Este proceso es más eficiente, sin embargo, presenta una serie de inconvenientes relacionados con la estabilidad física de estas membranas, ha afirmado Aparicio.

 

Dado que en el futuro se van a seguir utilizando combustibles fósiles y que las energías renovables “por desgracia” no son una alternativa a corto plazo, el investigador ha destacado que grupos de investigación en varios países están tratando de hallar formas como ésta, para tratar de reducir su impacto ambiental.

 

Diferentes modos de capturar el CO2 
 
La comunidad científica trabaja actualmente de distintas formas para capturar el dióxido de carbono, un contaminante derivado de la utilización de combustibles fósiles. De este modo, el CO2 puede ser tratado antes de su combustión, después de la misma -como en el caso del grupo de investigación burgalés- o por la denominada oxicumbustión, como en el proyecto de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden). En esta última técnica, la captura se realiza con oxígeno y no con aire, lo que hace que los gases de combustión estén constituidos casi exclusivamente por dióxido de carbono. El proceso requiere la producción de oxígeno y una serie de disposiciones especiales necesarias para poder realizar la combustión.