Alimentación España , Soria, Jueves, 06 de septiembre de 2012 a las 16:41

Un proyecto busca recuperar la población de “mariposas hormigueras” en el entorno de Abejar

Se trata de especies amenazadas por el abandono de los usos tradicionales del suelo y la sobre explotación ganadera

Cristina G. Pedraz/DICYT El abandono de los usos tradicionales del suelo y la sobre explotación ganadera que viven actualmente algunos prados son las principales amenazas de las mariposas del género Phengaris, las conocidas comúnmente como “mariposas hormigueras” por su singular ciclo de vida. En el entorno de la localidad soriana de Abejar conviven actualmente, bajo la grave amenaza de la alteración de su hábitat, tres especies de este género: Phengaris nausithous, Phengaris arion y Phengaris alcon (cuyos nombres comunes son hormiguera oscura, hormiguera de lunares y hormiguera de turbera). Por ello, el Ayuntamiento de Abejar, la Cámara Local Agraria, la Asociación Zerynthia para la conservación de las mariposas y la Asociación Monte Modelo Urbión han iniciado un proyecto que pretende proteger a este singular género de mariposas, especificadas en su gran mayoría como amenazadas a nivel europeo.

 

Como explica a DiCYT Yeray Monasterio, presidente de la Asociación Zerynthia, se trata “de tres especies muy sensibles a la alteración del hábitat, ya que algunos prados se han abandonado y otros se están explotando muy por encima de sus posibilidades”, subraya. Este aspecto limita la reproducción de estas peculiares mariposas. “Las orugas de las mariposas se alimentan normalmente de plantas, cada especie de una planta o grupo de plantas concretas. En el caso de estas especies, las orugas viven sus primeras fases comiendo plantas pero después pasan a habitar dentro de los hormigueros y son las hormigas las que las alimentan”, detalla.

 

Por ello, “dependen de unas condiciones más complejas de lo normal, de que la hierba tenga una longitud determinada para que esas hormigas puedan vivir”. Esa longitud, continúa, la proporciona “o bien una ganadería extensiva o bien un uso tradicional de siega adecuado”. “Si el prado se abandona la hierba crece demasiado y esa sombra impide que haya las hormigas de la especie adecuadas, o si se introduce demasiado ganado, como está ocurriendo ahora en la zona de Abejar, también hay imposibilidad de que crezca la planta”, recuerda.

 

El proyecto iniciado por estas entidades consiste en un acuerdo de Custodia del Territorio. Estos convenios suponen un compromiso de las partes implicadas (propietarios del territorio, usuarios, científicos, etc) para corregir la situación. “Lo que se pretende con el proyecto es gestionar adecuadamente el uso del suelo, buscar en qué zonas están estas mariposas, evaluar su estado de conservación y en el caso de que haya alguna de estas problemáticas gestionarlo adecuadamente con los ganaderos, tanto introduciendo ganado como minimizando la carga ganadera de algunas zonas que están sobre explotadas”, insiste Monasterio.

 

La iniciativa, que se desarrollará en una parcela concreta del término municipal de Abejar, busca no sólo la recuperación de la población histórica de “mariposas hormigueras” a través de las adecuadas medidas de conservación, sino también un lanzamiento de las actividades productivas y turísticas de la población enlazadas con su compromiso con la biodiversidad.

 

 

 

Congreso en Glasgow

 

El proyecto de Custodia del Territorio para la protección de las mariposas Phengaris ha participado esta semana en el III Congreso Internacional de Biodiversidad celebrado en Glasgow gracias al apoyo de la Red Mediterránea de Bosques Modelo. La reunión congregó a más de 500 expertos de todo el mundo e incluyó, en su programa oficial, la presentación de los objetivos del trabajo. En este sentido, otras experiencias a nivel europeo avalan la repercusión positiva de las acciones diseñadas en la evolución de las poblaciones de Phengaris.

 

Según apunta Yerai Monasterio, en el Congreso se mostraron los fines del proyecto y el convenio de custodia suscrito con el Ayuntamiento de Abejar. “Queremos recuperar la parcela en custodia realizando medidas de conservación como el vallado o la gestión sostenible de la carga ganadera, para que esa población de mariposas que está prácticamente extinguida se recupere”, agrega el experto, quien señala que esperan conseguir cuanto antes la financiación necesaria para poder iniciar actuaciones como la colocación de vallas, el monitoreo, la organización de voluntariados para colaborar en la señalización o actividades de sensibilización y formación.

 

 

Un género único

El ciclo de vida de las llamadas “mariposas hormigueras” integra una serie de interacciones ecológicas que hacen de ellas un género único, según explica la Asociación Monte Modelo de Urbión. Como cualquier mariposa, deposita sus huevos en su planta nutricia, de la que se alimentarán en la fase preliminar las pequeñas larvas. En otoño, las larvas deben buscar un mejor lugar donde pasar el invierno, y caen al suelo, aunque cuentan con una singular protección: desprenden feromonas que hacen que su olor sea indistinguible del de las larvas de las hormigas del género Myrmica. Al recibir esta señal, no dudan en recoger del suelo las larvas de la mariposa y trasladarlas a su hormiguero. Aquí serán alimentadas por las hormigas e incluso devorarán las larvas de su anfitriona antes de completar la metamorfosis y para despertar en verano transformadas en mariposas.


El desafío de su conservación está en el verdadero equilibrio de los ecosistemas, y la mejor herramienta para conseguirlo es el manejo del ganado; pero tan devastadora es una sobrecarga ganadera, como el abandono de los pastos para la supervivencia de estas mariposas y del elenco de especies que participan en su ciclo de vida. Las condiciones eran perfectas hace diez años en la localidad de Abejar, en la que volaban simultáneamente más de 900 ejemplares durante el mes de julio. En 2012, tras años de decadencia exponencial, únicamente se han observado dos ejemplares volando al mismo tiempo.