Salud España , Valladolid, Lunes, 15 de febrero de 2010 a las 17:45

Un proyecto nacional tratará de detectar señales de alarma en pacientes con enfermedades cardiovasculares

Ingenieros de la Universidad de Valladolid jugarán un importante papel en el trabajo con la captación e interpretación de señales electrofisiológicas

CGP/DICYT El Laboratorio de Procesado de la Imagen (LPI) de la Universidad de Valladolid es uno de los centros que trabajará en el recién aprobado proyecto Cenit Convergencia de Tecnologías Médicas para la Gestión Integral del Remodelado Cardiovascular, en el que se tratarán de detectar señales de alarma en pacientes que han sufrido alguna enfermedad de tipo cardiovascular. El LPI se encargará de la captación e interpretación de señales electrofisiológicas y tomas de imagen en estas personas, para lo que se llevarán a cabo dos tipos de investigaciones.

 

En primer lugar, se monitorizará a los pacientes en sus domicilios las 24 horas mediante sensores. Estos dispositivos generarán señales y toda la información que registren será transmitida a una central, donde será procesada y de la cual el equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid extraerá unos patrones identificativos y de alarma. En la segunda parte de la investigación se tomarán imágenes a través de Resonancia Magnética cuando los pacientes sean ingresados o cuando realicen visitas médicas puntuales con el fin de realizar un seguimiento en plazos de tiempo más largos.

 

Según la información facilitada por la Institución académica, estas imágenes serán integradas con los datos de monitorización para ofrecer una información conjunta útil destinada a los especialistas que tratan a estos pacientes y dotarles de patrones que identifiquen señales de alarma.

 

Las imágenes de Resonancia Magnética utilizan una técnica denominada Perfusión vinculada también a las dolencias cardíacas, como el infarto. Se trata de un método por el cual antes de realizar la resonancia al paciente se le inyecta un fármaco en la sangre que llega al corazón y se difunde por todo el músculo que, transcurrido cierto tiempo, desaparece. El contraste en la imagen que produce dicho fármaco ofrece una información valiosa sobre el estado del músculo cardíaco y se utiliza para conocer el daño producido en el corazón tras un infarto.

 

En la investigación participan diez empresas y diez organismos de investigación del país, entre los que ocupa un papel destacado el laboratorio de la Universidad de Valladolid. El proyecto recibirá un total de 25 millones de euros, de los cuales 570.061 euros irán destinados al grupo vallisoletano que va subcontratado en el proyecto por la empresa Atos Origin. La parte empresarial está coordinada por el Grupo Quirón y la investigadora por la Universidad Pompeu Fabra. El proyecto se enmarca en los objetivos de la convocatoria Cenit del Ministerio de Ciencia e Innovación, que tiene como fin subvencionar grandes proyectos de investigación en áreas de importancia estratégica para la economía española con el fin de mejorar su posicionamiento tecnológico.


Trabajos con Neurología, Neurocirugía y Radiología

 

El laboratorio, catalogado como Grupo de Investigación Reconocido (GIR), está ubicado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación y se encuentra inmerso además en otros proyectos de investigación relacionados con la Resonancia Magnética de Tensor de Difusión, una técnica desarrollada en los 90 que a diferencia de la resonancia convencional posibilita estudiar la sustancia blanca del cerebro mediante la observación de la difusión de moléculas de agua, lo que permite identificar la estructura nerviosa. Actualmente, los 16 miembros que componen el laboratorio trabajan en esta línea de investigación gracias a un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en colaboración con el Grupo Recoletas y el hospital Clínico Universitario de Valladolid.

 

Gracias al LPI la técnica llegó a Valladolid hace un par de años y se utiliza en las instalaciones del Grupo Recoletas y en el Hospital Clínico. Las investigaciones en este sentido van encaminadas sobre todo a los campos de la Neurología, la Radiología y la Neurocirugía. En este último ámbito es una herramienta muy útil para la planificación quirúrgica, ya que pueden hacer estudios preoperatorios en la extirpación de tumores cerebrales. Aunque actualmente los estudios son de carácter experimental, en un futuro se pretende utilizar dicha técnica en los procesos clínicos rutinarios. Por otro lado, el LPI ha iniciado una nueva línea de investigación utilizando esta misma técnica con el Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital Clínico centrada en el estudio del trastorno de deficiencia de atención por hiperactividad en niños.